POSADAS. Como consecuencia de la tormenta desatada sobre el territorio provincial entre el domingo por la tarde y las primeras horas del lunes, el Sistema Interconectado Provincial (SIP) fue severamente afectado y dejó fuera de servicio a casi todos los alimentadores eléctricos capitalinos, lo que significó que un gran número de barrios estuvieran sin energía por varias horas. La magnitud de los daños provocados a los postes y líneas de tensión por el fenómeno meteorológico hizo que el suministro se cortara (parcial o totalmente) en Posadas, Garupá, Candelaria, Santa Ana, San Ignacio y zonas de influencia, Leoni, Jardín América, Santo Pipó, Gobernador Roca, Puerto Rico, San Vicente, San Pedro, Campo Viera, 25 Mayo, Aristóbulo del Valle, Oberá, Apóstoles, San José, Pozo Azul, Bernardo de Irigoyen y San Antonio.Ayer, la prestataria, que hace poco recibió otros 18 millones de pesos de parte de la administración central clossista para su funcionamiento, informó que trabajaba intensamente para solucionar las averías. De todos modos, esto no aplacó el malestar generalizado. Hubo críticas al por mayor para Emsa de parte de quienes no tenían luz o contaban un suministro de muy baja tensión y ni siquiera podían encender un foco.Una carta abierta de usuarios circuló ayer en las redes sociales y correos de organismos públicos y medios de comunicación. Decía que tenían bronca: “Porque te roban con la facturación, porque te meten la mano en el bolsillo aplicándote un impuesto por mantenimiento, porque cada día son más extensos los cortes del suministro por un viento, una lluvia o algunas descargas eléctricas. Porque cuando tenés un problema no te atienden ni por casualidad, porque desde que la empresa está en manos de la actual administración se fue a pique inexorablemente. Porque se jactan de gastar millones de pesos en equipos y en realidad no sabemos dónde va a parar ese dinero, porque cada vez estamos peor”. De más está decir que hubo miles de adhesiones. ¿Tomarán nota de esto las autoridades? Terminaron en EncarnaciónEl velero argentino “Sin apuro” navegaba por el Paraná el domingo por la tarde y lo sorprendió la tormenta. A bordo iban el posadeño Nahuel Martínez (27) y Romina Chávez (25, paraguaya, original de Hohenau). El intenso oleaje producido por el viento hizo que se volviera imposible que regresaran a Misiones. Es más, los empujó hacia la orilla encarnacena. Gracias a la pericia de Nahuel, la embarcación no naufragó. Terminó su recorrido sobre un terraplén de piedras, en la zona donde están construyendo la sede de la Armada en la vecina ciudad. Pasado el temporal, la Prefectura pudo llegar donde estaban los jóvenes y constató que estaban bien. Entonces avisaron a sus familias de lo sucedido. Como por las averías no pudieron volver navegando, Nahuel y Romina pasaron la noche en el velero, hasta que en la mañana de ayer volvieron a Posadas con sus parientes. Operativo de Servicios Públicos por cables caídos Apenas finalizada la tormenta, funcionarios municipales desplegaron un amplio operativo para solucionar los inconvenientes ocasionados. “En un primer momento, el relevamiento fue fundamental para conocer la situación, lo que daba cuenta de ramas y árboles caídos, algunos techos volados, sin tener que lamentar vidas ni heridos gracias a Dios”, explicaron desde las Secretarías de Obras y de Servicios Públicos. Su titular, Manuel Sánchez, dispuso de cuadrillas de trabajo que recorrieron Posadas durante toda la noche y hoy desde temprano, focalizando las tareas de limpieza, recorte de ramas y árboles y levantamiento de los mismos en la zona centro y luego en los lugares donde se vieron afectadas viviendas. Los operarios también se dedicaron a limpiar alcantarillas. Volvió el agua al sur de Posadas y GarupáComo consecuencia de la fuerte tormenta registrada en la tarde de ayer, algunas estaciones de captación y producción de agua potable se vieron imposibilitadas de operar debido a la afectación del temporal sobre las líneas de alimentación eléctrica, fundamentalmente en las estaciones de Garupá y Miguel Lanús.Algo similar ocurrió con algunas estaciones de bombeo de agua potable que impulsan el líquido a Itaembé Miní y otros barrios del sur de la capital provincial.La empresa del servicio eléctrico finalizó ayer por la mañana los trabajos para restituir el fluido eléctrico en Garupá y desde el mediodía las estaciones de Miguel Lanús comenzaron a trabajar con normalidad, por lo que el servicio de agua potable retornará progresivamente a su habitual prestación.Sistema de cloacas, afectadoAparte de todo el drama que generan en sí los cortes del servicio de agua potable, en la zona Posadas, la línea de 33 kV, donde se realiza la alimentación a la planta de tratamiento líquidos cloacales arroyo Mártires (en la zona Oeste de Posadas) sufrió el corte de un conductor entre Blas Parera y Kolping. La situación impidió que se pudiera realizar el bombeo debido, con lo cual, para sumar a la bronca de la falta de luz y agua, la gente debió soportar que en la zona se despidieran olores inmundos e insoportables.





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