PUERTO IGUAZÚ. Propietarios de varios comercios ubicados sobre la avenida Tres Fronteras a metros del cruce con 9 de Julio se mostraron molestos por el cierre de esa neurálgica arteria de la ciudad con motivo de la realización de los desfiles de carnaval previsto para este fin de semana, lo que, según esgrimen, afectó las ventas que realizan a diario.En diálogo con Radio Cataratas dijeron además haber sido “maltratados” por parte de un funcionario municipal y explicaron que no pueden trabajar si se restringe el acceso de vehículos ya que de eso dependen sus ingresos.Griselda Santini y Miguel Ángel Barros, ambos comerciantes de la avenida Tres Fronteras en su intersección con 9 de Julio, denunciaron que la instalación del corsódromo y el corte de la avenida que desemboca en el hito, afecta seriamente sus ingresos económicos.Santini es propietaria de una verdulería que comercia al por menor y por mayor los productos que sus familiares traen desde la capital provincial. Sobre la forma en que el cierre del paso vehicular afecta el normal desarrollo de su actividad dijo: “con mi familia trabajamos de lunes a lunes hasta las diez de la noche. Cuando empezaron con el armado del carnaval comenzaron los problemas. Me cerraron el acceso y los clientes no pueden entrar con sus autos para comprar la mercadería. Al funcionario que estaba supervisando no le importó nada nuestro planteamiento y fue muy mal educado cuando le pedimos por favor que permitiera la entrada de un camión para bajar la mercadería”.En ese mismo sentido agregó, “necesitamos que abran la calle para que entren los autos, de otra manera perdemos todo, porque la mercadería es perecedera”. Seguidamente la mujer se preguntó, “¿cómo hago para vender con las tribunas instaladas frente a mi negocio? Nos afecta a los comerciantes que somos los que de nuestro trabajo vivimos y pagamos los impuestos como se debe”.Por su parte Barros, propietario de la gomería que se encuentra pegada al negocio de Santini, fue directo al grano y expresó: “si ellos –la municipalidad- me cierran la calle directamente no puedo trabajar, si no entran los autos yo no trabajo. Tengo cuatro hijos a los que darles de comer, y están las familias de la gente que trabaja conmigo, pero a nadie de los que les hablamos le interesó solucionar el problema que nos generaron con estos carnavales”.





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