POSADAS. Un inesperado giro tuvo en las últimas horas la investigación por la muerte del empresario Jorge Manfredi (51). Fuentes judiciales señalaron que ahora “no se saben las causas del fallecimiento”, teniendo en cuenta que los tres golpes que presentaba la víctima en la cabeza “no originaron lesiones internas que puedan ser consideradas mortales”. A esta conclusión llegaron los médicos forenses tras nuevos exámenes, indicó un portavoz oficial. Cabe recordar que hasta antes de conocerse estos resultados, desde la Justicia y la Policía se manejaba con total certeza de que se trató de un homicidio, sin embargo ahora quedó demostrado científicamente que las lesiones en el cráneo no pueden haberle ocasionado el fallecimiento. A un mes del hallazgo del cadáver de Manfredi el expediente pareciera que regresó a su primera foja. Durante más de treinta días efectivos de la División Homicidios -dependiente de la Dirección de Investigaciones- buscaron potenciales sospechosos e incluso tomaron declaración en sede policial a más de cincuenta personas (entre amistades, allegados y mujeres que presuntamente tenían vinculos sentimentales con el malogrado empresario). En todo ese tiempo se profundizaron las pesquisas en la vida laboral, familiar, social y hasta privada de Manfredi. En forma paralela hubo intensas labores en los laboratorios del Poder Judicial tras algún rastro o huella -en el jet ski de la víctima- que develara un supuesto asesino. Un criminal que lamentablemente hasta ahora y teniendo en cuenta los nuevos resultados a cargo de los médicos forenses, jamás existió. Muerte en el ríoLa tarde del martes 15 de enero pasado, y tal como lo hacía en forma frecuente, Manfredi salió a pasear en su jet-ski en las aguas del río Paraná. Ese día se comunicó por última vez a través de su teléfono celular entre las 18 y las 19, manifestando a un amigo que había perdido las llaves de su moto náutica y que se hallaba en la Isla del Medio. Esa misma noche, pasadas las 20, fue la persona que había recibido el llamado en su negocio -el propietario de una casa de náutica posadeña- quien encontró la moto de agua, a la deriva e intacta en jurisdicción paraguaya (frente a Nemesio Parma). Estaban las llaves de encendido en la pequeña embarcación deportiva, el teléfono celular, dinero, champagne y estimulantes que había llevado la víctima. Unas 24 horas después se dio el peor desenlace, ya que hallaron el cuerpo del empresario avícola flotando y a unos cuatro kilómetros aguas abajo de la mencionada isla. Nunca se pudo saber con certeza porqué Manfredi dijo que perdió las citadas llaves, cuando fueron halladas en su pequeña embarcación deportiva. La autopsia reveló que no murió por ahogamiento y que presentaba tres golpes en la cabeza (que no causaron lesiones internas que puedan ser consideradas mortales, según los facultativos). Otro hallazgo forense fueron marcas o improntas en el cuello que se cree habrían sido por “arrastre” o “contacto con algún objeto a la deriva por el cauce del río o con alguna piedra”. Por otra parte, la prueba química de Luminol arrojó positivo para manchas de sangre en el jet-ski, que podrían ser de un posible accidente anterior a la tarde en que falleció. Examen toxicológicoVoceros judiciales confiaron que resta una medida que podría ser clave en el marco de la resolución fehaciente de la probable causa de muerte, y se trata del examen toxicológico. Dicha prueba química no fue posible en virtud de que el Poder Judicial no cuenta con la tecnología necesaria para efectuarla. Los peritos e investigadores deberán esperar hasta el mes entrante para poder utilizar el único aparato que realiza este tipo de examen en Misiones, denominado Cromatógrafo, y que es propiedad de la Facultad de Ciencias Exactas -con sede en Posadas-.





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