POSADAS. El episodio saltó a la luz en una jornada de celebración patria: el 25 de mayo del año pasado. En este caso no había nada que festejar y todo para lamentar. La Policía informaba de la violación de una adolescente de quince años, por un depravado al que había conocido a través de mensajes de texto.Tras saciar su perverso instinto, el atacante sexual se dio a la fuga sin dejar rastros.La muchacha logró comunicarse con la madre y ambas concurrieron a la Policía para radicar la correspondiente denuncia.Allí se supo que la adolescente había conocido al violador por mensajes de texto. Al parecer, los contactos se iniciaron a partir de un mensaje que llegó al celular de ella por error.El hombre se aprovechó de la ingenuidad de la menor y la indujo a un encuentro ocasional, que se concretó en la mismísima terminal de transferencia de Miguel Lanús, aquel 25 de mayo.El hombre la subió al coche y dio innumerables vueltas, hasta que probablemente se percató de que no lograría su objetivo si no era por la fuerza.Entonces intimidó a la víctima a punta de cuchillo y trasladó hasta un obrador cercano a la entonces Garita de acceso a Posadas.Allí la sometió a sus más perversos instintos y abandonó a su suerte.Al parecer, dejó que la víctima mantuviera el celular. Así ella pudo comunicarse con la madre y contarle lo que había sucedido.Cinco meses pasaron para que el sospechoso fuera detenido, producto de la diosa fortuna más que a otra circunstancia (ver Golpe…). Con el imputado detenido, el panorama de la investigación cambió por completo.En su declaración indagatoria, afirmó que la relación había sido consentida, pero las lesiones en el cuerpo de la adolescente expresaban precisamente lo contrario.A partir de allí, las pruebas en su contra fueron acumulándose una tras otra. La víctima reconoció el escenario donde se produjo la violación y al responsable en una rueda de sospechosos.Ahora trascendió que la ciencia halló el ADN del detenido en las muestras de semen que se levantaron de las prendas íntimas de la muchacha.Por eso, su situación procesal es más que comprometida, consignó un portavoz del caso. Golpe de suerteCinco meses pasaron sin tener información, datos o rastros del hombre acusado de violar a la adolescente.Y como dice un viejo axioma policial, a veces se necesita un poco de suerte para resolver un caso criminal.Sucedió en esta lamentable causa, cuando la víctima se encontraba junto a su madre en la estación de transferencia de Miguel Lanús.Corría el mes de octubre del año pasado. Allí, la muchacha vio al mismo hombre que la había subido a un coche y llevado a punta de cuchillo hasta un obrador cercano a la Garita, donde abusó sexualmente de ella. Avisó rápido a la madre y esta a un policía que custodiaba la zona, quien procedió a la demora del sospechoso.





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