CÓRDOBA (NA). Ernesto Oviedo, padre de Marisol, la melliza cordobesa que esperaba un trasplante de lóbulos pulmonares y murió en la Fundación Favaloro, expresó ayer todo su dolor por el deceso de la joven, pero afirmó que su familia va a salir “a donde sea” para “concientizar a la gente sobre la necesidad de donar órganos”.“Ya lo hablamos con Maribel (la otra melliza, que fue trasplantada el año pasado en Brasil a raíz de la fibrosis quística que padecía). Ella le prometió a su hermana delante del cajón que vamos a ir a todos lados, vamos a salir a concientizar a la gente para que sea donante”, afirmó Ernesto.En declaraciones formuladas a la prensa, mientras se desarrollaba el velatorio de Marisol en la sede del club Talleres de Córdoba, en la capital provincial, el papá de las mellizas manifestó todo su dolor y le pidió “a Dios y a la Virgen” que lo “ayuden a contener a Maribel y a mi esposa” tras la muerte de Marisol.“Yo soy un padre que ya perdí tres hijos. Ahora hay que cuidar a Maribel como el oro. Ellas nacieron juntas, convivieron toda su vida. Todos los pasos los dieron juntas. Ahora quiero pedirle a Dios y a la Virgen que me ayuden a contenerla”, expresó Ernesto.La familia Oviedo sufrió no sólo la muerte de Marisol -que estaba internada en la Fundación Favaloro a la espera de un doble trasplante de lóbulos pulmonares por la fibrosis quística que padecía- sino también la de otros dos hijos, afectados por la misma enfermedad.





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