POSADAS. Un colectivero vivió la peor noche de su vida el último sábado, después de que un delincuente que se hizo pasar por pasajero le apoyara un arma de fuego en el estómago para robarle poco más de 250 pesos de la recaudación diaria.El episodio sucedió sobre la avenida Chacabuco de la capital provincial y afortunadamente la víctima no sufrió lesiones, aunque sí momentos de nerviosismo que no olvidará por el resto de su vida.Al cierre de esta edición, efectivos policiales de la comisaría seccional Séptima y de la Unidad Regional I buscaban intensamente al autor del hecho, que hasta anoche había podido mantenerse en el anonimato.Fuentes cercanas al caso informaron que todo sucedió alrededor de las 21.40 del último sábado, cuando el colectivero conducía el interno 50 de la línea 16 por avenida Chacabuco, en dirección al centro de Posadas.Metros después de cruzar la avenida Vivanco, sobre la chacra 132, el trabajador del volante notó que un transeúnte que caminaba por la vereda sur de Chacabuco le hacía señas para que se detenga. El chofer supuso que se trataba de un pasajero y lo “levantó”.El joven, de unos 23 años, subió a la unidad y solicitó un boleto. En eso estaba el colectivero cuando de manera imprevista el recién venido desnudó sus verdaderas intenciones al extraer una pistola -de calibre 9 milímetros, aparentemente- de entre sus prendas de vestir y apoyársela en el estómago, no sin antes cargarla.“Dame la plata o te quemo” fue, palabras más, palabras menos, la amenaza del delincuente, quien no le dio más opciones al chofer. Así, tomó unos 250 pesos en efectivo de la recaudación diaria, se bajó del interno 50 y se perdió en las oscuras calles de la zona a la carrera.Hecha la denuncia, un importante número de uniformados de la Séptima, de la UR-I y de Investigaciones inició un operativo para dar con el malandra. Hasta anoche, el trabajo de los policías no había arrojado resultados positivos. Quiso “mediar” y le terminaron robandoUn insólito episodio se registró ayer por la mañana en el sur posadeño, cuando un joven que intentó “mediar” en una contienda entre tres jóvenes y un pariente y terminó siendo robado por el trío de malandras.Sucedió alrededor de las 6.30 en inmediaciones de Avellaneda y Pueyrredón, cuando la víctima, de 27 años, escuchó que fuera de su casa se producía una acalorada discusión entre su cuñado, de 22 años, y tres sujetos a los que conoce como “Chipa”, Rulito” y “Paulo”.Con el fin de acabar con la discusión, el joven salió a apaciguar los ánimos, pero en ese momento uno de los tres extrajo un arma de fuego y lo amenazó a cambio de elementos de valor.Así fue como “Chipa”, “Rulito” y “Paulo” huyeron con dos sillones, un par de zapatillas y algunos pesos, por lo que eran intensamente buscados.




Discussion about this post