SAN IGNACIO. La sangre en el marco de la ventana es el fiel reflejo de lo que sucedió a última hora del viernes en esta localidad, donde un hombre mató a otro de por lo menos cinco puntazos en el pecho, en medio de una confusa escena de aparentes ribetes sentimentales.Las autoridades policiales identificaron a la víctima fatal como Ramón Antonio Caballero, un empleado municipal de 51 años que había ido a visitar a los dos hijos que tenía con la mujer en cuestión cuando todo sucedió.En determinado momento, según se supo, se presentó en la escena un jornalero de 48 años que también había tenido una relación con la dueña de casa, aunque mucho más reciente. Fue él quien le “acribilló” el pecho a cuchillazos a la víctima, según testimonios.Efectivos de la Policía de Misiones lograron detener al presunto autor del hecho cuando intentaba escapar del lugar. Según las primeras informaciones, el mismo presentaba un profundo estado de ebriedad.Sangriento finalCerca de las 23.30, Caballero se dirigió hasta la vivienda de material emplazada sobre Alvear y Paraguay de San Ignacio -a no más de 3 cuadras al norte de las turísticas ruinas jesuíticas-, donde vivía su ex mujer junto a los dos hijos que habían nacido producto de la relación de casi diez años entre ambos, que había terminado en 2010.Según informó la Policía, en ese momento irrumpió en la escena un jornalero de 48 años que también fue pareja de la dueña de casa, aunque por mucho menos tiempo. Producto de ese vínculo, que se quebró aproximadamente hace un año, nació un bebé que actualmente tiene un año y cuatro meses.Al parecer, el reciénvenido llegó al lugar bajo un profundo estado alcohólico. Entró a la fuerza, después de tumbar a patadas la puerta trasera de la casa, y fue directamente en busca de Caballero.Al percatarse de lo que sucedía, el empleado municipal buscó refugio junto a sus hijos en una de las habitaciones de la vivienda. Eso no frenó al forajido, que entonces se dispuso a intentar ingresar a la pieza mediante el uso de la fuerza.Otra vez, el jornalero embistió contra la puerta de la habitación, pero ahora las cosas no salieron como esperaba: a golpes, rompió el picaporte y entrar al lugar por ese acceso se transformó en una misión imposible.Así fue como el sujeto, convertido en fiera humana, decidió salir al frente de la vivienda. Allí, el infortunio le entregó al destino su cuota más macabra, ya que en ese lugar el jornalero encontró a Caballero intentando escapar por la ventana.De un rápido movimiento lo tomó del cuello. Con la otra mano arremetió a cuchillazos contra el municipal hasta abrirle el pecho de al menos cinco puñaladas. La sangre dejó marcada la pared para darle a la escena el tinte atroz con el que se encontró la Policía al llegar.Cuando los uniformados de la comisaría de San Ignacio y de la Unidad Regional IX arribaron al lugar, se toparon con el homicida, que intentaba darse a la fuga. No tardaron en detenerlo y notar un profundo aliento etílico.Sobre la cama, en la habitación de la que nunca más podría escapar, yacía agonizante la víctima, que fue trasladada aún con vida al hospital local, aunque llegó a ese centro asistencial sin signos vitales.Durante la mañana de ayer, con los primeros rayos del sol, hombres de Investigaciones de la UR-IX regresaron al lugar y hallaron un cuchillo con una hoja de 35 centímetros de diámetro. Estaba al otro lado de la calle Paraguay y tenía manchas de color escarlata, por lo que todo indica que se trata del arma homicida.Ese elemento y el detenido quedaron a disposición del magistrado Fernando Verón, al frente del Juzgado de Instrucción 3 de la Primera Circunscripción Judicial, con asiento en Posadas, quien lleva adelante la causa.





Discussion about this post