POSADAS. Poco más que sorpendidos se vieron numerosos socios del Club de Pesca y Náutica Pirá Pytá al enterarse de los dichos de un alto Jefe de la Policía de Misiones (ver recuadro), que minimizó y hasta negó la gravedad de los incidentes ocurridos el pasado lunes a la madrugada en la tradicional institución misionera. Al ser consultados sobre este medio acerca de los acontecimientos de esa noche, varios de los concurrentes a las dos fiestas que se realizaban cuando un grupo de delincuentes irrumpió en el predio -para cometer robos organizados y causar destrozos-, coincidieron en que “hubo entre dos a cuatro disparos efectuados por un funcionario policial que acudió a la escena a bordo de un móvil policial”. Tal como anticipó ayer en forma exclusiva PRIMERA EDICIÓN, ese día entre la 1 y las 2.30 se desarrollaban dos reuniones sociales en dicha entidad -una de ellas era la celebración del cumpleaños del conocido golfista Daniel Vancik-, cuando una gavilla de malandras, que según los testigos era una veintena, ingresó a la entidad naútica colocando escaleras en uno de los muros perimetrales. Luego de esta cinematográfica “invasión”, el grupo de desconocidos -de entre 18 y 20 años- comenzó a avanzar en columna hacia donde se hallaban los vehículos estacionados de los socios, invitados, músicos y empleados del lugar, que a esa hora compartían gratos momentos en el sector de cantinas, salones, parrillas y quinchos. A partir de allí los testimonios comienzan a sumarse y a coincidir en cuanto a lo que ocurrió esa noche en la institución ubicada en avenida San Martín y Almarfuerte, frente al río Paraná. Un dato no menor y que habla a las claras de que se trata de una situación extremadamente grave, es que la mayoría de los entrevistados por este Diario solicitó “reserva de identidad”, teniendo en cuenta que son asiduos concurrentes al club y temen represalias por parte de los vándalos, que de acuerdo a las fuentes consultadas, son de la zona. “Una lluvia de piedras”Una socia de la entidad relató que “ a esa hora estaba en la cantina cenando, con dos amigos. Mientras se desarrollaban dos fiestas. De repente, observamos que un empleado de la entidad alumbró con linterna hacia unos muros perimetrales y vimos que descendían unos desconocidos por unas escaleras. A los pocos segundos comenzó una verdadera lluvia de piedras. De inmediato llamaron a la policía y cuando apareció el patrullero los vándalos los recibieron a pedradas. Cuando uno de los cascotes dio contra la puerta de un móvil policial, el agente u oficial que estaba a bordo del vehículo, comenzó a disparar en forma de advertencia. Sin embargo continuaron arrojando piedras y fue necesario que el policía dispare nuevamente para que depongan de su actitud”. “Nos arruinaron la fiesta”“Mientras ‘volaban’ las piedras, que rebotaban en los techos de los quinchos y algunas daban en autos estacionados, la gente comenzó a correr desesperada. Algunos chicos lloraban por el temor que causaba esa situación violenta. Se escuchaban disparos y se veían piedras caer de todos lados. Cuando me crucé con uno de los asistentes a una de las celebraciones, al cual conozco y es socio del club, me dijo ‘nos arruinaron la fiesta’”, agregó la mujer.Más testimoniosOtra mujer que es asidua concurrente relató que “primero bajaron por el muro tres, con escaleras que construyeron con hierros finos utilizados en las construcciones. Detrás venía otro grupo, que iba bajando en forma organizada y avanzando al predio. Cuando los serenos los alumbraron con linternas comenzaron a apedrear en forma criminal los vehículos estacionados y sin pensar que podían lastimar a alguien”. “Al llegar el móvil policial de entrada los recibieron con una pedrada y fue ahí que escuché claramente entre tres a cuatro disparos”, agregó. Un integrante de la Comisión Directiva también ratificó “que hubo disparos por parte de un funcionario policial de advertencia contra los intrusos” y afirmó que existe una denuncia por parte del club dando cuenta del “desvalijamiento de al menos seis yates, es decir que le sustrajeron del interior de las embarcaciones costosos elementos de navegación como ser la ecosonda. También otros objetos como parrillas o autoestéreos, entre otros”. No es la primera vezOtro detalle preocupante y que reflejaron los testigos de lo ocurrido e integrantes de la Comisión Directiva del club Pirá Pytá es que “no es la primera vez, que con la misma modalidad, atacan, causan destrozos y roban en la entidad”.





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