POSADAS. A través de sus familiares uno de los detenidos por el crimen del pensionado Oscar González (55), solicitó declarar ante la Justicia. Con una nota escrita de puño y letra el hombre, se dirigió al juez instructor de la causa, Marcelo Cardozo (del Juzgado Penal 1, Secretaría 1), a los fines de pedirle formalmente “disponer de las diligencias necesarias para mi inmediata comparecencia ante las autoridades judiciales que correspondan, a fin de prestar declaración respecto del hecho que se me imputa”. Seguidamente, el acusado, de 49 años conocido como el “peluquero” (debido a la actividad en la que se desempeña), refiere que “mi negativa (a prestar declaración), en principio, se debió a la dañina influencia de mi de la Defensoría Oficial, que me aconsejó obrar en consecuencia”. Cabe recordar que el detenido en su momento, a mediados de diciembre pasado, optó por no hacer uso de su derecho constitucional y optó por el silencio.En su nota, el imputado insistió en su inocencia y manifestó, entre otras cosas, que “no tengo absolutamente nada que ocultar en relación al hecho que injustificada, inconsistente y caprichosamente se me endilga”, además, en otro pasaje de su misiva, solicitó el traslado de lugar de detención desde la comisaría Primera a la Unidad Penal VI de Miguel Lanús, ya que se encuentra en estado de “hacinamiento con otros internos” y en calabozos reducidos. La nota fue remitida al citado Juzgado a principios de este mes, y consta con su correspondiente sello de entrada. El acusado realizó dicha presentación a través de familiares. La causaTal como anticipó este Diario, el “peluquero” fue arrestado el pasado miércoles 12 de diciembre. Fue durante un operativo que incluyó el allanamiento del domicilio del individuo -un inquilinato-, situado en inmediaciones de la calle Peyret, a unas dos cuadras de la avenida Las Heras de esta capital. Según la policía, fue sindicado como el presunto autor material del homicidio, perpetrado el jueves 8 de noviembre del año pasado. Este hombre no es el único detenido, ya que una joven que se cree participó del crimen también está tras las rejas. Es una mujer conocida como “La Rubia” que fue reconocida por un testigo en una rueda de reconocimiento. El cadáver de la víctima fue hallado el citado día minutos después de las 19, en una humilde vivienda situada sobre calle Perito Moreno, a escasos metros de la intersección con avenida Maipú. González tenía su rostro prácticamente desfigurado por los golpes contra el suelo, pero la autopsia determinó que no murió por los traumatismos en la cabeza, sino asfixiado con sus propias prendas de vestir. Desde el inicio mismo de la investigación se habló de un homicidio en ocasión de robo, en medio de una fiesta en la que había corrido alcohol, sexo y drogas. De acuerdo a la hipótesis que manejan los investigadores, él o los asesinos creyeron que el infortunado dueño de casa tenía unos 6 mil pesos, producto del cobro de dos pensiones de las que era beneficiario. En medio de la reunión, le habrían exigido a González que entregue el dinero.En base al relato de una testigo de identidad reservada, que habría participado del encuentro pero se retiró al ver que la mano venía pesada, los investigadores pudieron establecer que el pensionado habría dicho “no tengo ni para mí” antes de ser golpeado para que confesara dónde escondía el dinero.Como no lo hizo, terminaron estrangulándolo con su propio pantalón. Días después, merced al relato de una mujer que frecuentaba el domicilio del hombre asesinado, los investigadores pudieron acceder a las características de un sospechoso, que resultó ser el “peluquero”.El arresto del peluquero se produjo a siete días de la excarcelación, por falta de mérito, del “jardinero”, como llamaban a un changarín que solía concurrir a la vivienda de González. Al menos dos testigos y uno de los elementos incautados en su domicilio -más precisamente un televisor- comprometerían al “peluquero”.





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