ELDORADO. En los consecutivos informes publicados por este diario se mostró la dura realidad que le tocó atravesar durante 2012 al sector foresto-industrial. Especialmente a aquellos que mantuvieron su relación comercial con los mercados externos. Hoy, las expectativas de los empresarios están puestas en una reactivación motorizada por el mercado interno, que logre absorber todo lo que no se puede exportar desde Misiones al mundo.El gerente de la Asociación Maderera, Aserraderos y Afines del Alto Paraná (Amayadap), Diego Eskiviski, habló con PRIMERA EDICIÓN en un balance sobre el año que se fue y el que comenzó a transitar el sector.¿Que dejó 2012 para el sector?El año 2012 fue un año donde se esperaba que fuera más bien parecido a 2011, cosa que no sucedió.Este fue un año donde el sector foresto-industrial pudo crecer poco, la caída en la demanda del mercado interno, debido básicamente a la caída en la construcción civil, sumado a la falta de competitividad para exportar; han complicado un poco la cosa. Si bien los mercados externos todavía no se recuperan del todo, ya hay señales que están mejorando, en EEUU el mercado de la vivienda se viene recuperando y está llegando a los mejores niveles desde los últimos años luego de la gran crisis inmobiliaria de 2008. Los mercados del Pacífico están liderando las demandas de madera, con China como el principal país importador. Si bien existe toda esta demanda nosotros, desde nuestro país, no la podemos aprovechar del todo debido -principalmente- a la subida de los costos internos por la inflación, costos de logística que se han duplicado de años anteriores y un tipo de cambio muy poco favorable.¿Hubo un hecho que se haya destacado como positivo?No podemos decir que haya algo que ha sido lo mejor para el sector en este año, pero creemos que hay que destacar que el sector sigue empujando con sus propios pulmones, con recursos genuinos. Las empresas se encuentran “sanas”, sin mayores deudas y eso hace que el sector tenga una vida propia. Si todo esto fuera acompañado con políticas acordes, el sector podría crecer mucho más. La presión fiscal, laboral, los problemas de litigios laborales, la inflación desmedida y otros, hacen que el empresario sea un verdadero “artista”. Pero como institución seguimos trabajando y apostando a un futuro mejor para el sector. Estamos trabajando en tratar de incrementar el consumo de madera en el mercado interno, es de fundamental importancia que la sociedad comprenda las bondades del uso de la madera, y es ese uno de nuestros desafíos.¿Qué fue lo peor que les sucedió?Lo peor para el sector fue en este año la caída en la construcción, eso trajo aparejada una retracción importante en la demanda de madera. Otro punto muy negativo y que se viene dando hace algunos años es la inflación, los márgenes de rentabilidad cada vez se achican más, incluso para ciertos mercados de exportación la rentabilidad es cero o negativa, en estos casos las empresas que aún siguen exportando lo hacen por una cuestión más que nada estratégica.¿Qué expectativas tienen para la foresto-industria durante 2013?Para 2013 hay mucho que mejorar. Esperamos obviamente un año mejor que 2012. Esperamos que los problemas en la economía argentina se vayan resolviendo y que el consumo interno pueda absorber la oferta de madera. Por otro lado, esperamos que los mercados internacionales vayan mejorando, sumado a un tipo de cambio un poco más competitivo.





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