BUENOS AIRES (NA). Un encuentro de fin de año organizado por el ministro de Justicia, Julio Alak, en el predio de la ESMA generó cuestionamientos de una organización de derechos humanos y de dirigentes de la oposición, aunque la agrupación HIJOS y la Secretaría de Derechos Humanos respaldaron al funcionario nacional y señalaron que se lo intenta “desprestigiar”.La controversia comenzó tras una denuncia de la ONG de derechos humanos Herman@s de Desaparecidos por Verdad y Justicia, según la cual el 27 de diciembre Alak despidió el 2012 con “un asado y brindis” para dos mil personas en el predio del ex centro clandestino de detención, donde actualmente funciona el Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti.“Este despreciable asado constituye un ultraje a la memoria de los más de cinco mil compañeros desaparecidos”, sostuvo la ONG mediante un comunicado, en el que calificó al episodio como “una ignominiosa afrenta a los familiares, quienes siguen preguntándose sobre el destino de sus seres queridos”.A tono con la denuncia, Carlos Gregorio Lordkipanidse, sobreviviente de la ESMA, criticó a Alak y señaló que “acá lo que hace falta son denuncias” porque “no es cuestión de pedir perdón”, al tiempo que señaló que el hecho denunciado es “como si hicieran pan dulces en los hornos de Auschwitz”.





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