El tiempo cambiante de los últimos días parece una buena síntesis de algunas de las contradicciones con las que se encontrarán este verano quienes visiten Pinamar y Cariló. Desde los nuevos emprendimientos inmobiliarios y hoteleros hasta los anuncios que quedaron en la nada; desde las mejoras para los amantes de la vida sana hasta la falta de inversión en algunos de los paradores de las playas.Si bien la ciudad pinamarense se vio como en las postales de sus mejores temporadas, lo cierto es que en hoteles y casas todavía hay mucho espacio disponible. La gran incógnita por aquí es si la gran afluencia de turistas es sólo un reflejo del fin de semana largo o una tendencia para enero (los operadores esperan lo segundo, cabe añadir). Aún es muy pronto para dar un veredicto y, sobre todo, dependerá del comportamiento del tiempo, una variable que está fuera del control tanto de los visitantes como de los operadores turísticos.Las que siguen son cinco de las novedades o modificaciones que encontrarán quienes lleguen a estas costas en los próximos días.1- Bien al norte:En el extremo norte de Pinamar, más precisamente donde comienza el partido de la Costa, avanzan cuatro emprendimientos de urbanizaciones privados. Son verdaderos barrios cerrados con salida a la playa. Tienen distinto estado de avance. Costa Esmeralda, el primero, ya está funcionando. Hay un segundo emprendimiento próximo a inaugurarse y otros dos en etapa de comercialización de los lotes. Quienes veranean allí, a pesar de estar en tierras del partido de la Costa, centralizan todas sus actividades en Pinamar.2- Rambla a medio camino:El año pasado se anunció con todo. Por fin Pinamar tendría una rambla de madera que recorrería la costanera para hacer más sencillo el paso de quienes avanzan hacia los balnearios. Pero la iniciativa se quedó allí, a apenas cuarenta metros de la rotonda de Bunge y Costanera. El proyecto no avanzó este año.3. Estreno exclusivo:Cariló tiene su primer hotel de una megacadena. Sobre la ruta, frente a la entrada de Cariló, se inauguró el hotel de la cadena Howard Johnson. Si bien toda la cartelería incluye a Cariló, lo cierto es que por jurisdicción el hotel pertenece al partido de Madariaga. Algo que, de todos modos, no desentona con el ánimo “separatista” de un grupo de vecinos de esta villa boscosa que impulsa la separación de la administración de Pinamar para anexarse a Madariaga. En el hotel, el primero de sus características, el nivel de reservas fue bueno, según sus administradores, y tienen casi todo el mes de enero tomado.4. Paradores y balneariosLa crisis política en la ciudad implicó cambios concretos en el perfil costero. La demora en la renovación de los contratos de los operadores de balnearios ha significado una baja en la inversión. También redujo el aporte de sponsors, parte fundamental de la economía de los balnearios. Hoy, son varios los paradores del centro que funcionan con lo básico y el comentario de los turistas es que han menguado la calidad de los servicios que brindaban a las familias que solían elegirlos. Esto es parte de una situación política muy atípica: Pinamar tiene dos intendentes. A mediados de año, el intendente Blas Altieri fue destituido por decisión del Concejo Deliberante a raíz de denuncias por presunta administración fraudulenta. En su lugar asumió en forma interina Hernán Muriale, primer concejal del partido de Altieri. Esta situación, aseguran, significó la paralización en las obras públicas como la rambla y la readecuación de las licitaciones de los paradores.5. Gimnasios al aire libre:Los amantes de la vida sana no tendrán excusas esta temporada. Se instalaron en distintos puntos de la ciudad, como en plazas y en la playa municipal, gimnasios hidráulicos como los que Mauricio Macri colocó en las plazas porteñas. Los circuitos duran de 10 a 45 minutos y permiten ejercitar casi todos los músculos del cuerpo.





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