PUERTO ESPERANZA. La principal hipótesis acerca del horrendo crimen del remisero Miguel Ángel Rojas (23) es que el o los asesinos actuaron por “encargo” y que el caso guardaría ribetes pasionales, confió un portavoz oficial. Rojas fue hallado sin vida y amarrado a un árbol a última hora del sábado pasado, y según reveló la autopsia, fue torturado durante varias horas, luego lo empalaron y le seccionaron los órganos genitales, tal como publicó en forma exclusiva en su edición del pasado lunes PRIMERA EDICIÓN. El fallecimiento de la víctima fue por la severa hemorragia que sufrió después del tremendo accionar de el o los criminales. Hasta anoche no había detenidos por el hecho. Las nuevas líneas investigativas acerca del móvil del homicidio (en un principio los pesquisas manejaban la posibilidad de que el crimen fue en ocasión de robo), están vinculadas en forma directa con el modo salvaje, cruel y aberrante en que pasó sus últimas horas de vida el joven trabajador del volante. Es que los resultados de la autopsia redireccionaron las conjeturas hacia otros horizontes.A decir de los policías con más años de servicio y por su propia experiencia, se cree que fue un homicidio relacionado a un “ajuste de cuentas” y que tendría “ribetes pasionales”. El remisero había desaparecido el lunes 24 de diciembre.





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