Corea del Norte cuestionó duramente los últimos movimientos militares de Estados Unidos en la península coreana y advirtió que la situación genera riesgos de inestabilidad nuclear, al tiempo que anunció que evaluará contramedidas defensivas. La posición fue difundida este jueves por la Agencia Central de Noticias coreana.
Según un comunicado del Ministerio de Defensa norcoreano citado por la agencia, un submarino nuclear de ataque estadounidense ingresó el martes al puerto de Busan, en la República de Corea, bajo el argumento de reabastecer municiones. El hecho se produjo semanas después del despliegue en la región del grupo de ataque del portaaviones nuclear George Washington, enviado por Washington como parte de sus operaciones conjuntas con Seúl.
Desde Pyongyang señalaron que la reaparición reiterada de activos estratégicos estadounidenses en la zona eleva el riesgo de una escalada de tensiones no solo en la península coreana, sino también en el noreste asiático. En ese sentido, el comunicado advirtió que estas acciones “constituyen una amenaza directa para la estabilidad regional”.
La reacción norcoreana se produce en un contexto de creciente cooperación militar entre Estados Unidos y Corea del Sur. Días atrás, ambos países reafirmaron en Washington su compromiso con la llamada “disuasión ampliada”, una estrategia que contempla el uso de todo el abanico de capacidades defensivas estadounidenses, incluido el componente nuclear, en respaldo a Seúl.
Además, Estados Unidos dio su aval al desarrollo por parte de Corea del Sur de tecnología vinculada a submarinos nucleares, al tiempo que incrementó la frecuencia del despliegue de submarinos nucleares estadounidenses en la región, según consignó el comunicado norcoreano.
Para Pyongyang, este escenario refuerza lo que considera una exhibición de poder nuclear por parte de Washington, que -según sostuvo- justifica el fortalecimiento de sus propias capacidades defensivas.
En ese marco, Corea del Norte afirmó que mantiene “intacta su voluntad práctica” de avanzar de manera sostenida en el desarrollo de sus capacidades militares y de salvaguardar su seguridad nacional. El Ministerio de Defensa norcoreano advirtió que el país analizará contramedidas frente a lo que describió como una política hostil de Estados Unidos.
El pronunciamiento se suma a una serie de declaraciones en las que Pyongyang viene alertando sobre el impacto de los ejercicios militares conjuntos entre Washington y Seúl, a los que considera ensayos de agresión, mientras que Estados Unidos y Corea del Sur los presentan como maniobras defensivas.
Fuente: Agencia de Noticias NA




