El 24 de diciembre de 1865 se fundaba en Tennessee (Estados Unidos), el Ku Klux Klan (KKK), una sociedad secreta que se extendió por los estados del sur de ese país, que sostenía la supremacía de la raza blanca, el antisemitismo, racismo, anticatolicismo, anticomunismo, homofobia y el nativismo.
La organización adoptó métodos violentos para conseguir sus fines. Con frecuencia recurrieron al terrorismo, la violencia y actos intimidatorios -como la quema de cruces– para oprimir a sus víctimas.

Estos grupos fueron organizados por veteranos del Ejército Confederado de los Estados Unidos que, después de la Guerra de Secesión, se resistían a la reconstrucción del país.
Sin embargo, hubo una reacción en la sociedad que en poco tiempo llevó a la organización al declive, pues las élites sureñas veían al KKK como un pretexto para que las tropas federales estuvieran activas en los estados del Sur.
La organización fue formalmente disuelta por el presidente republicano Ulysses S. Grant, a través del Acta de derechos civiles de 1871, conocida como “El Acta KuKlux Klan”. Sin embargo, hoy día el grupo sigue vigente en la clandestinidad.









