Nancy Calderón
Coach The John C. Maxwell
Whatsapp 3764293817
La Navidad trae una pausa necesaria en medio del movimiento del año. No se trata solo de luces, regalos o balances finales. Es un momento profundo para mirar hacia adentro y reconocer cómo venimos liderándonos a nosotros mismos. Porque antes de guiar equipos, familias o proyectos, el liderazgo empieza en nuestra actitud diaria.
Este tiempo nos invita a detenernos, respirar y retomar lo esencial. Liderar con espíritu navideño no es algo simbólico, sino sumamente práctico. Implica revisar nuestras acciones del año, agradecer lo que avanzó y aprender de lo que no salió como esperábamos sin castigarnos. Todo crecimiento auténtico nace del autoconocimiento y de la capacidad de ajustar con conciencia.
Una idea poderosa para cerrar el año es practicar el “reconectar con propósito”. Consiste en clarificar qué valores querés que te acompañen en el próximo ciclo y qué hábitos necesitás dejar atrás. El liderazgo se fortalece cuando actuamos alineados a esos valores y no solo desde la urgencia o el deber.
Te comparto estas herramientas prácticas para que realices. Tomate cinco minutos y escribí tres logros del año que no dependen de resultados materiales, sino de crecimiento personal: algo que aprendiste, una actitud que cambiaste o una situación que enfrentaste mejor que antes.
Luego anotá una sola acción pequeña que puedas comenzar esta semana para convertirte en un líder más consciente. Elegí algo simple, como escuchar con más atención o gestionar tus tiempos con más respeto hacia vos mismo. La clave es iniciar, no hacerlo perfecto. La Navidad puede convertirse en un recordatorio de presencia, gratitud y dirección. Cuando abrazamos ese espíritu desde el liderazgo, el nuevo año deja de ser una incógnita y se transforma en una oportunidad.








