Peter Greene, recordado por sus impactantes interpretaciones de villanos y criminales, murió este viernes a los 60 años luego de ser encontrado sin vida en su departamento del Lower East Side, en Nueva York. La noticia fue confirmada por su representante y gerente, Gregg Edwards, quien no precisó las causas del fallecimiento.
Según trascendió, el cuerpo del actor fue hallado luego de que se solicitara una visita médica al advertirse que la música sonaba de manera ininterrumpida durante más de 24 horas en el interior del departamento. Edwards, quien había hablado con Greene pocos días antes, lo despidió con palabras cargadas de afecto: “Nadie interpretó a un villano mejor que Peter”, aunque destacó que “también tenía un lado amable que la mayoría no veía y un corazón enorme”.
Greene alcanzó el reconocimiento internacional en 1994, cuando encarnó dos de los personajes más perturbadores y recordados del cine de esa década. En “Pulp Fiction”, de Quentin Tarantino, interpretó a Zed, un guardia de seguridad violento que quedó grabado en la memoria colectiva. Ese mismo año, fue Dorian Tyrell, el antagonista principal de “La Máscara”, enfrentándose al personaje de Jim Carrey y consolidando su lugar como el villano arquetípico de los 90.
Más allá de esos éxitos comerciales, su trabajo más celebrado por la crítica llegó con “Clean, Shaven” (1993), donde dio vida a un hombre con esquizofrenia acusado de asesinato. El New York Times elogió su actuación por su intensidad física y emocional, al señalar que Greene logró construir un personaje “convincente, angustiado y volátil”.
También dejó su marca en títulos emblemáticos como “The Usual Suspects”, donde interpretó a Redfoot, una pieza clave del engranaje criminal, y en “Training Day”, como el detective Jeff, integrante de la brigada corrupta liderada por Denzel Washington, protagonizando una de las escenas más recordadas del film.
Nacido el 8 de octubre de 1965 en Montclair, Nueva Jersey, Peter Greene comenzó su carrera actoral a los veinte años mientras vivía en Nueva York. A lo largo de los años 2000 y 2010 continuó activo en cine y televisión, alejándose de los grandes estudios pero sosteniendo una presencia constante en la industria.
Le sobreviven un hermano y una hermana, según confirmó su representante. Con su partida, el cine pierde a un actor capaz de habitar la oscuridad de sus personajes sin perder humanidad, un intérprete que convirtió a los villanos en figuras complejas y difíciles de olvidar.
Fuente: Agencia de Noticias NA





