Laura Kuperman
Educadora Canina.
376 4-636-551
Ya entendimos que si nuestro perro confía en nosotros se sentirá seguro y será un buen compañero, me cabe contarte que trabajar con él y entrenarlo en comandos básicos como para el “sentado” o el “quieto” proporciona grandes beneficios para ambos.
Es nuestra responsabilidad como familia humana asegurar que nuestro perro esté debidamente entrenado en educación para su bienestar y el nuestro. El entrenamiento le enseñará límites, nuevos trucos y, además, mejorará su confianza en nosotros.
Hablale a tu perro, ellos no pueden hacerlo, pero pueden entender demandas y frases simples. Saben por nuestro tono de voz cómo nos sentimos, así que habla con tu perro cuando estás en la casa o paseando en auto.
Sé coherente con las reglas de convivencia que establezcas, pasar tiempo con tu perro le ayuda a comprender lo que esperas de su comportamiento. Respeta sus tiempos y sé paciente, no lo castigues. La constancia y la paciencia son claves para ganarte su confianza.
Si la relación con tu perro no se desarrolla como te gustaría, si no lo percibís receptivo o no desarrolla confianza en el vínculo, consulta a su veterinario. Así descartarás cualquier problema de salud subyacente que pueda estar afectando a tu peludo. Si está bien de salud, y la desconfianza persiste, busca el apoyo de un etólogo, veterinario especialista en medicina del comportamiento, o de un educador canino.








