El sector turístico de Oberá atraviesa semanas de creciente preocupación por la proliferación de estafas digitales dirigidas a prestadores de servicios, con mecanismos tan novedosos, que vuelve complicada la “alerta temprana”, para prevenir a los socios.
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, el presidente de la Cámara de Turismo de Sierras Centrales y propietario del complejo Cabañas del Parque, Nicolás Ostrorock explicó que “la problemática se volvió cotidiana en la actividad y se multiplica a partir de nuevas modalidades delictivas tan complejas, que cuesta desarticularlas”.
Según dijo, el cuadro de situación es agudo y hubo que hacer frente internamente a los casos denunciados. Por esa razón, se cuenta con grupos de la misma Cámara que funcionan como una red de alerta.
“Permanentemente nos mantenemos en contacto y apenas aparece un número de teléfono raro, lo advertimos, lo mismo respecto de las nuevas modalidades. Es impresionante la creatividad que tiene esta gente para estafar, hay que estar muy atentos”, enfatizó.
Ostrorock contó que él mismo fue víctima de una maniobra hace algunos meses y lo mismo ocurrió a mucho de sus colegas. “Por error di un clic en un vínculo. Tienen tanta creatividad para hacerte hacer algo que después te toman alguna clave o alguna cosa”, relató.
Otra modalidad frecuente, según agregó, consiste en llamados falsos por presuntas cancelaciones: “Es muy habitual que llamen diciendo: ‘Cancelo la reserva de tal, por favor si me pueden devolver el dinero’. Es tan fino el trabajo, saben inclusive quién se va a alojar. Tienen acceso a la información y eso es lo que los hace creíbles en estos tipos de estafas. La verdad es que lo estamos enfrentando casi en soledad”, lamentó.
A su vez, el dirigente marcó que la falta de respuestas rápidas de las fuerzas de seguridad es una dificultad adicional, especialmente por la burocracia: “Hay un departamento de la policía dedicado a investigar ciberestafas, pero cuando los llamás y te dicen: ‘tiene que ir a la estación de policía más cercana, hacer la denuncia y traernos físicamente el papel’”.
Sin duda la policía tiene intenciones de prevenir estos delitos, pero se tiene que adaptar a la dinámica de estos métodos de estafa”, pidió.
“Desde una billetera te sacan plata y después la cierran. No hay trazabilidad, no hay forma de seguimiento y ¿de qué nos sirven las denuncias? Al poco tiempo quedan en la nada”, advirtió.
A las dificultades por las presuntas estafas, Ostrorock contó que se suman las económicas, principalmente por los altos costos y ahora, de cara al verano, Oberá afronta sus habituales picos de ocupación en fechas específicas, pero la falta de un flujo constante de turistas, los pone en jaque. Otro punto sensible para el sector es la competencia con los precios en reales que ofrecen destinos brasileños, y en ese punto Ostrorock planteó que la falta de control local profundiza la brecha.
“Hay mucha competencia de departamentos y alojamientos irregulares que juegan muy en contra de los empresarios que pagamos impuestos”, afirmó.









