Un nuevo acuerdo salarial para el personal permanente de prestación continua del Régimen Nacional de Trabajo Agrario, alcanzado a nivel nacional entre la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE) y la Comisión Nacional de Trabajo Agrario (CNTA), estableció un incremento escalonado que se extenderá hasta febrero del próximo año. Si bien la medida busca recomponer el poder adquisitivo de los trabajadores del campo, referentes gremiales de Misiones advierten que esta resolución, identificada como la 290/2025, no es aplicable a las economías regionales, por lo que deja a “miles de obreros de yerba, el té y los cítricos con salarios aún muy distantes de cubrir la canasta básica”.
El aumento a nivel país fue celebrado por el sindicato como un esfuerzo por enfrentar la “espiral inflacionaria”. Sin embargo, el impacto no es uniforme.
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, Carmelo Rojas, secretario General de UATRE Misiones, fue enfático al diferenciar la aplicación de la nueva suba: “La resolución general, que es aplicable para todo el país y que acordó UATRE a nivel nacional, es más bien para las economías que son mucho más rentables como la papa, el arroz, la ganadería… todas las economías que, de alguna manera, hoy están mejor que las regionales”, explicó.
El dirigente sindical remarcó que esta suba no tiene vigencia en sectores clave de la provincia: “No son aplicables a las economías regionales como el té, la yerba, el arándano, la manzana, entre otras que son netamente regionales”.
Condicionadas y con aumentos mínimos
Ante la imposibilidad de aplicar el acuerdo nacional en las actividades locales, según comentaron desde UATRE Misiones, se debió negociar incrementos específicos para los sectores de la provincia, como la yerba mate, el té, el citrus y la actividad forestal, que se reflejaron en resoluciones particulares como la 476, 475, 470 y 262.
Al respecto, el sindicalista misionero reveló el complejo panorama de estas negociaciones, que están fuertemente condicionadas por las directrices del Gobierno nacional en la Comisión de Trabajo Agrario (CNTA): “Estamos condicionados en las paritarias porque el Gobierno no te da más que el 1% mensual, y si hay disidencia y se va a la Comisión, te mandan de vuelta y no podes discutir hacia atrás el salario o los porcentajes que ya acordaste”, lamentó Rojas.
Este esquema implica que los ajustes no son retroactivos y la base de discusión está marcada por un techo muy bajo, un factor que “los empleadores aprovechan”.
En ese sentido, contó que el acuerdo paritario regional, respecto a la yerba mate, se fijó en forma escalonada con aumentos de 1,5% en octubre, 1,5% en noviembre y 1,5% en diciembre. “Si bien se acordaron hace pocas semanas, las nuevas escalas para las economías regionales de la provincia entraron en vigencia a partir de octubre”, aclaró.
Perspectiva y realidad
La principal crítica del gremio apunta a la “significativa brecha entre los salarios acordados y el costo de vida”. Rojas sostuvo que la aspiración de UATRE “es que el sueldo mínimo agrario supere el millón de pesos”.
“Obviamente que desde el gremio estamos proponiendo siempre que todas las actividades cobren hoy por encima del millón de pesos, que es lo justo: tiene que superar la canasta básica, incluso los valores para que por lo menos el trabajador tenga lo básico, lo mínimo y necesario”, manifestó.
Sin embargo, el resultado de las paritarias regionales deja a los trabajadores “muy alejados de la canasta básica”.
Los condicionamientos impuestos desde la Comisión Nacional de Trabajo Agrario limitan la capacidad de negociación, un escenario que Rojas describe como tener “marcada la cancha”.
El gremialista concluyó alertando que, al estar el aumento sujeto a porcentajes mínimos por imposición del Gobierno nacional, “los empleadores aprovechan este combo, atentan contra los derechos y contra la necesidad de actualización para el bienestar o para lo básico de los trabajadores”.





