Los jueces no pudieron determinar con certeza que una joven haya sido abusada con acceso carnal pero sí que fue víctima de una situación de violencia sexual. El caso, que fue denunciado cinco meses después del hecho en julio del 2020, finalmente se cerró el viernes pasado con una sentencia en el Tribunal Penal de Oberá.
El hombre de 30 años, llegó a debate acusado de “abuso sexual con acceso carnal” y luego de las dos jornadas donde se presentaron pruebas y testimonios, el juicio se cerró con una condena de tres años de prisión en suspenso por “abuso sexual”, según lo establecido por el artículo 119 primer párrafo del Código Penal.
En la audiencia del viernes declararon peritos de la Secretaría de Apoyo para las Investigaciones Complejas (SAIC), respecto a la ubicación de los teléfonos tanto de la víctima como del imputado. La razón de ello era verificar si era posible ubicar a ambos en el mismo boliche entre la noche y la madrugada del 29 de febrero del 2020.
Cabe recordar que la denunciante manifestó que el imputado estuvo con ella y su hermano en el mismo local nocturno y luego él se ofreció a llevarlos hasta la casa, que fue donde ocurrió el abuso.
Por su parte el acusado siempre sostuvo que esa noche fue al Casino de Oberá, luego de volver de Corrientes y estar previamente reunido con familiares.
El resultado de las pericias a los teléfonos ubicaba a ambos dispositivos en el centro de la ciudad, pero no específicamente en qué lugares, dado que una sola antena era la que daba señal a todos los aparatos en esa zona, es decir, no podía saberse si estaban juntos o en lugares distintos.
También declaró una amiga de la víctima, quien no había podido asistir a la audiencias del jueves. Relató que al día siguiente fueron a Panambí, y la víctima le dijo que no se sentía bien y le contó lo que había pasado.
Precisamente, al inicio de las audiencias la mujer de 32 años sostuvo lo mismo que dijo en la etapa de Instrucción. Que esa noche se ofreció a llevarlos a ella y a su hermano.
Cuando arribaron a la casa, a los pocos minutos ella se dirigió a su cama y sintió que alguien se acostó detrás suyo y la accedió carnalmente. Antes de que su agresor abandone la habitación le vio el rostro y lo reconoció.
A la hora de los alegatos, Juan Pablo Fernández Rissi, fiscal ante el Tribunal pidió la pena de siete años para García, por el delito de “abuso sexual con acceso carnal” y como agravante el daño a la salud que le provocó a la víctima.
Por su parte los defensores del imputado pidieron absolución mientras que la querella solicitó una pena de catorce años por “abuso sexual con acceso carnal” y por mediar violencia de género.
El tiempo que pasó desde el hecho hasta la denuncia de la víctima, hizo que no se pudiera aplicar el protocolo ante casos de abuso, ni tomar muestras biológicas para determinar con una prueba genética al autor del delito.
El acusado estuvo privado de la libertad casi dos años, luego de que fuera liberado a fines de marzo del 2023, tras su detención ordenada por el Juzgado de Instrucción 1 de Oberá en abril del 2021.
Con la condena, deberá cumplir determinados requisitos dictados por los magistrados Horacio Gabriel Paniagua, David Ezequiel Augusto Milicich y la subrogante Teresa del Carmen Hedman, exigidos en la sentencia.





