La quinta temporada de Stranger Things volvió a demostrar que la música es uno de los pilares narrativos de la serie creada por los hermanos Duffer. Desde su estreno, los temas elegidos para acompañar cada escena se convirtieron en parte de la identidad del programa y, en muchos casos, trascendieron la pantalla para instalarse nuevamente entre los fanáticos.
El 26 de noviembre llegaron a Netflix los primeros cuatro episodios del “Volumen 1”, marcando el inicio del final para una de las series más populares del streaming. En pocas horas, Stranger Things 5 se posicionó como lo más visto en la Argentina, impulsada tanto por el regreso de su elenco como por la expectativa de reencontrarse con Hawkins y el Upside Down.
Desde los avances ya se anticipaba la importancia de la música. Uno de los tráilers incluyó “Who Wants to Live Forever”, de Queen, reforzando el tono épico de la nueva entrega. En el episodio inicial, titulado La misión, suenan clásicos como “Rockin’ Robin” de Michael Jackson, “Pretty in Pink” de Psychedelic Furs, “Upside Down” de Diana Ross y, nuevamente, “Running Up That Hill”, el tema de Kate Bush asociado al personaje de Max.
El segundo capítulo, La desaparición de…, incorpora “Fernando” de ABBA y “Mr. Sandman” de The Chordettes, mientras que el tercero, La trampa de Turnbow, suma canciones como “To Each His Own” de Freddy Martin & His Orchestra, “I Think We’re Alone Now” de Tiffany y “Oh Yeah” de Yello, reforzando el clima nostálgico de los años ochenta.
Para cerrar esta primera tanda, el episodio cuatro, Hechicero, recurre a piezas como “Premature Plans” de Elmer Bernstein y “Sh-Boom” de The Chords, además de una nueva aparición del tema de Kate Bush, que continúa siendo un elemento central en la historia.
Los primeros cuatro capítulos ya están disponibles en Netflix, mientras que el “Volumen 2” llegará el 25 de diciembre con tres nuevos episodios. El final definitivo, The Rightside Up, se estrenará el 31 de diciembre y tendrá una duración aproximada de tres horas, marcando el cierre de una serie que dejó su propia huella musical.
Fuente: La Nación










