La citricultura es una de las actividades frutícolas más extendidas del país, tanto en sistemas comerciales como en huertas familiares. En Misiones, donde el clima subtropical favorece la producción, los cítricos encuentran condiciones óptimas para su desarrollo; sin embargo, esas mismas condiciones permiten la proliferación de plagas que, si no se controlan a tiempo, comprometen la sanidad del cultivo.
El manejo integrado de plagas (MIP) se ha convertido en la estrategia más eficiente para la citricultura moderna. Consiste en combinar monitoreo permanente, prácticas culturales adecuadas, manejo de malezas, control biológico y, solo cuando es necesario, el uso selectivo de insecticidas bajo asesoramiento técnico. Detectar síntomas tempranos es la única forma de prevenir daños mayores y evitar pérdidas económicas. A continuación, un repaso actualizado de las plagas más relevantes para la región y las pautas de control recomendadas.
Ácaros
Entre los más comunes se encuentran los de la familia Tetranychidae, conocidos como arañuelas o arañas rojas. Atacan hojas y frutos, succionando savia y provocando decoloraciones, punteaduras y pérdida de brillo. Cuando la infestación avanza, disminuye la fotosíntesis y se debilita el árbol. Mantener el equilibrio biológico -favoreciendo enemigos naturales- y evitar el estrés hídrico son prácticas claves.
Minador de las hojas
Se trata de las larvas de pequeñas mariposas que perforan la epidermis de la hoja y forman galerías sinuosas muy visibles. En plantas jóvenes, el daño puede frenar el crecimiento y causar defoliación. El control químico debe aplicarse solo en brotaciones tiernas y siempre con acompañamiento técnico.
Mosca blanca
Este insecto volador produce melaza, una sustancia pegajosa que favorece el desarrollo de fumagina (hongo negro). Además de debilitar hojas, disminuye la calidad del fruto y reduce la actividad fotosintética. El manejo incluye monitoreo intensivo, trampas cromáticas y aceites minerales.
Mosca de la fruta
Es una de las plagas más severas para la citricultura argentina. Las hembras perforan el fruto para depositar los huevos y las larvas consumen la pulpa, provocando pudrición y caída prematura. El manejo integrado -trampas, recolección de fruta caída, control químico puntual y liberación de enemigos naturales- es indispensable para disminuir su incidencia.
Piojo rojo de California
Insecto chupador que se fija sobre ramas, hojas y frutos. Afecta la madera y reduce el tamaño y la calidad de la fruta. Puede debilitar severamente al árbol si no se actúa a tiempo. Su control suele incluir aceites emulsionables y manejo de poda para mejorar aireación del follaje.
Psila africana de los cítricos
Similar a un pulgón, pero mucho más peligrosa. Ataca brotes tiernos, deformando hojas y reduciendo el crecimiento. Es vector del Huanglongbing (HLB), la enfermedad más devastadora para los cítricos a nivel mundial, capaz de matar plantas completas. La prevención implica monitoreo permanente, eliminación de brotes afectados y tratamiento específico cuando corresponda.
Pulgones
Afectan hojas y brotes jóvenes, provocando encrespamiento, debilitamiento y disminución del crecimiento. Además, transmiten virus. Su presencia suele relacionarse con hormigas que los protegen y dispersan, por lo que el control integral debe considerar ambas especies.
Trips
Pequeños insectos de cuerpo alargado que se ubican en el envés de las hojas. Dejan manchas plateadas y excrementos blanquecinos, signos inequívocos de su actividad. En plantas jóvenes, se recomienda priorizar insecticidas biológicos como jabón potásico, aceite de neem o tierra de diatomeas, junto con trampas.
Un desafío creciente
En la última década, las temperaturas más elevadas y los inviernos más suaves facilitaron la expansión de varias de estas plagas. Esto obliga a los productores a adaptar sus calendarios, fortalecer el monitoreo y profesionalizar el manejo sanitario. El acompañamiento técnico -tanto estatal como privado- será determinante para sostener la productividad del sector y evitar pérdidas que afectan desde pequeños horticultores hasta emprendimientos comerciales de mayor escala.
La sanidad es, hoy, un pilar tan importante como el riego, la fertilización o la elección varietal. Conocer cada plaga, interpretar los síntomas y aplicar un manejo integrado permite reducir costos, minimizar daños y garantizar fruta de calidad para los mercados locales y nacionales.





