Hace una década que el Sargento Primero Horacio Orlando López lleva adelante una actividad solidaria que llena de alegría a las familias de Cerro Azul, sobre todo a los niños de esta comunidad.
El efectivo cuelga su uniforme de la Policía de Misiones y se pone el overol para fabricar juguetes y reacondicionar bicicletas, con la misión de que cada niño reciba su regalo de Navidad.
López dedica una buena parte de su tiempo a un trabajo comunitario que forma parte del calendario afectivo de toda la localidad. El agente, acompañado por vecinos que se suman año tras año, comenzó en 2015, cuando decidió fabricar los primeros juguetes que luego entregaría en su barrio.
El suboficial de la Unidad Regional VI de la Policía de Misiones ya se encuentra en su taller, creando juguetes didácticos con madera reciclada, reparando bicicletas y reacondicionando los regalos usados que los vecinos acercan para su campaña solidaria. “Después Papá Noel tiene que salir a repartirlos todavía”, comentó.

El policía misionero no sólo regala sonrisas a los niños. También construye refugios para perros y gatos, y se suman a las iniciativas para decorar plazas y espacios públicos con motivos de Navidad, Pascuas, Reyes Magos o el Mes del Niño.
Otra de las tareas solidarias que sostiene el suboficial es un ropero solidario. Recibe ropa, calzado y elementos ortopédicos, para entregarlos a quienes más lo necesitan, tanto en Cerro Azul como en localidades cercanas.
“Ver la alegría de los chicos y las familias es lo que me impulsa a seguir”, expresó López. Y cerró con una frase que muestra su costado más sensible con la comunidad: “El trabajo del policía no finaliza cuando termina la guardia, sino que uno sigue sirviendo desde otro lugar”.





