La línea del tiempo sobre los primeros 50 años de historia de la Capital del Monte se pueden apreciar en el Museo y Archivo Histórico Municipal, ubicado en el Parque de las Naciones, un espacio lleno de recuerdos y nostalgia. Lorena Vogel, licenciada en museología, que tiene en sus manos esta maravillosa labor, explicó que la convocaron desde la Municipalidad “para reacondicionar el espacio después de realizar una ardua tarea con el apoyo de la Junta de Estudios Históricos, que nos facilitó esta línea de tiempo donde estamos marcando y destacando los hechos más importantes que ocurrieron en esta ciudad a partir del inicio”.
Indicó que se puede apreciar desde la llegada de los primeros inmigrantes en 1908, a lo que era la Colonia Yerbal Viejo -con el correr del tiempo recibió el nombre actual- y “hacemos un recorrido hasta el año 1978, donde podemos ver en objetos, en imágenes y en historias lo que fue sucediendo en Oberá a lo largo de estos años”.
Agregó que en este espacio se pueden encontrar “muchas fotografías que son muy interesantes y representativas de cada época, como las del día que la nieve sorprendió a los obereños. Decidimos hacer un relevamiento e impresiones de algunas fotos de este hecho que fue único para la región. También objetos que fueron traídos por los primeros inmigrantes, o que se fueron realizando acá. Tenemos máquinas de sumar, máquinas de coser, aparatos de medición, la parte de un emisor de un telégrafo, objetos de vajilla, de un valor importante que eran de los primeros comercios de la ciudad”.
Además, se complementa con varias herramientas de campo, “que se traían o que fueron confeccionando. Los inmigrantes innovaban mucho con tecnología, se las arreglaban de alguna manera con lo poco que tenían”, evocó Vogel.
Después de preparar la línea del tiempo de los primeros 50 años, los trabajos continuarán con la mirada puesta en el centenario de la ciudad. Es que el espacio se renueva para convertirse en un punto de encuentro cultural tanto para vecinos como para turistas que deseen conocer y revivir la historia de la ciudad.
Vogel indicó que “en la sala central tenemos una colección permanente, pero es de exposición temporaria. Esto quiere decir que podemos ir rotando. La idea es ir modificando y que la gente que visite el museo siempre encuentre algo distinto. Tenemos una gran cantidad de objetos que los vecinos fueron donando y estamos exhibiendo por parte”. Poseen miniimprentas y máquinas que se utilizaban en las primeras entidades bancarias de la ciudad, entre otras.








