Aunque hace más de veinte años que se retiró de los escenarios, el carisma y la espontaneidad de Luis Landriscina siguen tan vigentes como siempre. El célebre humorista y cuentista chaqueño estuvo de visita en la provincia, el jueves recorrió la costanera posadeña, donde se detuvo frente al monumento a Andrés Guacurarí y aprovechó para saludar a los transeúntes de todas las edades que se acercaron con entusiasmo para tomarse una “selfie” con este referente indiscutido de la cultura popular argentina.
Landriscina fue invitado por un miembro de la Asociación Flor del Desierto, Juan Sureda, con quien mantiene una estrecha amistad. Juntos compartieron un paseo por una de las ciudades que lo vio crecer como artista, ya que en la década del ‘60 formó parte de la delegación chaqueña que participó en el Festival Nacional de la Música del Litoral, dejando una huella imborrable entre los misioneros.
En esta oportunidad, el humorista quiso sacarse una foto al pie del monumento a Andrés Guacurarí, a quien considera “una de las figuras fundamentales en la historia de la Nación, junto al general Miguel de Güemes, sin quien no hubiera habido Independencia”.
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, Landriscina recordó su participación cuando se encendieron las primeras antorchas del Festival del Litoral, en aquel viejo escenario “que no era más que una cancha de básquet donde se disputó el Torneo Nacional de aquella época”. También evocó “las luces del reflejo atrás, cuando estaba la Luna sobre el río: era el mejor decorado que tenía el Festival, era una cosa hermosa, pero también había que poner el alambrado para que no se caiga la pelota”, dijo entre risas.
Además, destacó la importancia de la figura de “Andresito” y su labor en la custodia de la soberanía regional: “A veces se dejan pasar las cosas, pero creo que hay que ser agradecido con quienes nos alcanzaron esta Patria que tenemos y que debe ser cada vez mejor”.
En ese sentido, Landriscina subrayó que la salud y la educación son herramientas fundamentales para el desarrollo del país y que “debe haber muchas escuelas técnicas y agrotécnicas. Sobre todo, que cada paisano, aunque viva en medio del monte, tenga un sueño y lo cumpla. Eso es muy importante: entusiasmarlo a que, si tiene un sueño, lo logre”.
También agradeció el cariño del público, que definió como “una caricia al alma”. Y añadió: “Si hay una cosa que no conocí es la vanidad, y no la pienso conocer. Soy un agradecido, pero no soy una persona que esté muy preocupada por que me conozcan. La gente me para, me saluda, pide una foto, y eso es otra gracia de Dios. Hace 20 años me retiré y la gente me reconoce todavía”.
Asociación Flor del Desierto
Por su parte, Juan Sureda, de la Asociación Cultural Flor del Desierto, agradeció la gestión de Liliana Smith, también integrante del grupo, por la visita del reconocido narrador popular, quien “mantiene una amistad junto a su esposo desde hace muchos años con Don Luis”.
Durante la visita, la Asociación le entregó a Landriscina un nuevo ejemplar de un libro sobre Andrés Guacurarí, firmado por todos los miembros del grupo. “La primera vez le habíamos hecho entrega de un ejemplar y me contó que, como se iba a Uruguay, se lo iba a llevar al señor Pepe Mujica, expresidente de Uruguay, que era admirador de Andresito”, recordó.
El paso de Landriscina por la costanera despertó la emoción entre quienes se cruzaron con él. “Salí a caminar y me lo encontré de casualidad. Para mí fue una bendición poder conocerlo en persona. Solo lo había visto por YouTube y tener una foto con él es algo increíble”, expresó Martín, un joven posadeño.
Otro vecino manifestó: “Es un ejemplo de vida. Realmente, es una locura ver a un personaje como él en Posadas. Y que se saque fotos con todo el mundo… o sea, no pierde vigencia nunca el personaje”.




