La XIII Jornada de Cáncer de Mama reunió esta semana en Posadas a profesionales de la salud, pacientes y público en general para compartir un ciclo de charlas sobre el cáncer de mama en personas menores de 40 años.
Marcela Kober, directora del Instituto Misionero del Cáncer (IMC), detalló en diálogo con PRIMERA EDICIÓN que el objetivo fue visibilizar la prevalencia de este tipo de cáncer, el más frecuente entre las mujeres, en un grupo etario que comúnmente no es el más afectado, pero que presenta características clínicas y biológicas distintivas.
La especialista aseguró que el cáncer de mama en mujeres jóvenes implica otras complejidades de abordaje, otros “temas que muchas veces son tabú” o poco tratados, como la fertilidad, los efectos secundarios de los tratamientos, la salud emocional y el impacto en la vida laboral y familiar.
Además mencionó la importancia de la prevención y, en el caso de encontrarse frente a un diagnóstico en edad temprana, realizarse un análisis genético que permita “no solo informar a la paciente, sino también a su descendencia”, dado el fuerte componente hereditario de este tipo de cáncer.
Esa información genética puede orientar la prevención, la toma de decisiones sobre tratamientos y el seguimiento de familiares en riesgo.









