La localidad de Caá Yarí fue escenario de una verdadera fiesta educativa. Más de 900 estudiantes y docentes de diez Escuelas de la Familia Agrícola (EFA) de la zona sur de Misiones participaron del encuentro interinstitucional anual, una jornada que combinó deporte, convivencia, actividades pastorales y rescate de valores comunitarios.
“Estamos felices siendo anfitriones. Hoy es un día espectacular, lleno de energía y emoción”, expresó a la FM 89.3 Santa María de las Misiones, la rectora Alicia Núñez, de la EFA de Caá Yarí.
La docente destacó el clima de entusiasmo y participación: “Los chicos le pusieron toda la onda, como dicen ellos. Los profesores acompañan con la mejor predisposición, porque hay que ser docente de EFA: estar 24/7, levantarse a las cinco de la mañana, viajar, cocinarles, atenderlos y cuidarlos. Pero amamos esto, nos apasiona”.
Durante la jornada se realizaron torneos de vóley, fútbol, maratones y hasta un campeonato de reviro, además de presentaciones centradas en los valores que promueven las escuelas rurales.
“Es una jornada maravillosa, con todo lo que representa compartir entre escuelas, docentes y jóvenes de distintos municipios”, afirmó Núñez.
La modalidad Escuela de la Familia Agrícola -basada en el sistema de alternancia entre el aula y el hogar rural- permite que jóvenes de comunidades alejadas accedan a la educación secundaria sin tener que abandonar sus hogares o sus tareas familiares. “Trabajamos con chicos que vienen de zonas rurales, que quizás no podrían cursar en una escuela común. Nosotros tratamos de dar respuesta a esas realidades distintas, acompañando también a las familias”, explicó la rectora.
Actualmente, Misiones cuenta con treinta EFAs distribuidas en tres zonas: norte, centro y sur.
El encuentro en Caá Yarí correspondió a la región sur, mientras que las otras dos zonas ya realizaron sus propias jornadas. “Somos diez EFAs reunidas hoy aquí, compartiendo experiencias, deportes y valores. Ver a mil jóvenes reunidos en un municipio tan chico, con respeto, compañerismo y alegría, nos llena de orgullo”, destacó Núñez.

El evento contó con el apoyo del municipio local, al que la docente agradeció especialmente: “El intendente se puso al hombro la organización. Nos quitamos el sombrero por el trabajo que hizo. Sin el acompañamiento del municipio y de los docentes, nada de esto sería posible”.
La jornada, que culminó al atardecer con la entrega de premios y recuerdos, fue una celebración del esfuerzo conjunto y del espíritu comunitario que caracteriza a las escuelas de la familia agrícola.
“Esto es un pedacito de lo que hacemos desde este rincón de Misiones, pero refleja todo lo que somos: compromiso, alegría y amor por los jóvenes rurales”, concluyó Núñez antes de regresar al predio, donde la esperaba -entre risas- el inicio del campeonato de reviro.





