El Gobierno formalizó este martes la privatización parcial de Nucleoeléctrica Argentina Sociedad Anónima (NA-SA), responsable de las centrales nucleares Atucha I, Atucha II y Embalse. La medida se oficializó mediante el Decreto 695/2025, publicado en el Boletín Oficial y firmado por el presidente Javier Milei y el ministro de Economía, Luis Caputo.
Esta decisión, anticipada dos semanas atrás por el vocero presidencial Manuel Adorni, permite la transferencia del 44% de las acciones de NA-SA mediante una licitación pública de alcance nacional e internacional. El Estado conservará el 51% de las acciones, administradas por la Secretaría de Energía y la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA). Además, un 5% del capital accionario será destinado a los trabajadores bajo el Programa de Propiedad Participada.
Nucleoeléctrica fue creada en 1994 mediante el Decreto 1540/94 para reorganizar funciones que antes dependían exclusivamente de la CNEA. Desde entonces, la compañía se hizo cargo de la generación vinculada a la operación de las centrales Atucha I, Embalse y la construcción de Atucha II, siguiendo estrictas normas de seguridad nuclear y radiológica.
El Decreto establece que el Ministerio de Economía actuará como autoridad de aplicación y definirá las normas operativas y complementarias para la privatización. Intervendrá también la Unidad Ejecutora Especial Temporaria denominada “Agencia de Transformación de Empresas Públicas”, junto con la Secretaría de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, y la Dirección Nacional de Normalización Patrimonial.
En los considerandos del decreto, el Poder Ejecutivo recordó que la actividad nuclear ya había sido declarada “sujeta a privatización” durante la década de 1990. Además, la Ley 27.742 aprobada en 2024 consolidó esa condición, permitiendo la entrada de capital privado siempre que el Estado mantenga la mayoría accionaria.
El Ejecutivo justificó la privatización parcial como una medida para garantizar la continuidad eficiente y competitiva de las operaciones de NA-SA. Considera que la incorporación de capital privado es “el medio más idóneo” para obtener financiamiento en proyectos estratégicos, tales como la extensión de vida útil de Atucha I y el almacenamiento en seco de combustibles usados en Atucha II.
El Gobierno destacó que, a pesar de que Nucleoeléctrica alcanzó en 2024 un récord histórico de generación con 10.449.015 MWh netos y un factor de carga de 73,3%, su operación dependió de aportes estatales. En 2023, recibió 700 millones de pesos en transferencias no reintegrables para sostener inversiones, lo que refuerza la necesidad de atraer inversores privados para diversificar riesgos y asegurar la continuidad de los proyectos.
Actualmente, la composición accionaria de Nucleoeléctrica está dividida entre el Ministerio de Economía (79%), la CNEA (20%) y Energía Argentina S.A. (1%). Bajo el nuevo esquema, estas participaciones pasarán a la Secretaría de Energía para iniciar el proceso de licitación pública de las acciones.
Fuente: Ámbito Financiero









