La construcción se ha convertido en uno de los motores económicos de la provincia de Misiones, donde se vive un proceso sostenido de urbanización y expansión, con nuevas viviendas, edificios en altura e infraestructura turística. Este desarrollo trae consigo un desafío: garantizar que el crecimiento no se traduzca en riesgos para trabajadores y vecinos.
La seguridad en obras se regula en dos niveles:
• Nivel provincial: el Ministerio de Trabajo y Empleo, junto a la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT), dicta capacitaciones, fiscaliza obras y articula con las Aseguradoras de Riesgos del Trabajo (ART).
• Nivel municipal: cada ciudad cuenta con códigos de edificación y ordenanzas que fijan condiciones específicas.
Las obras en construcción no solo levantan edificios: también generan riesgos. Caídas, derrumbes, electrocuciones o falta de medidas de protección son parte de los peligros que enfrentan diariamente trabajadores y vecinos.
Allí es donde el Estado, a través de su poder de policía, interviene para garantizar condiciones mínimas de seguridad y prevenir accidentes.
En el ámbito jurídico, el poder de policía es la facultad que tiene el Estado de regular, controlar y, en caso necesario, restringir derechos individuales en beneficio del interés general. En las obras, este poder se traduce en inspecciones, normativas técnicas y sanciones que buscan equilibrar la libertad de construir con la obligación de hacerlo en condiciones seguras.
El Estado provincial y municipal han intensificado capacitaciones y jornadas técnicas sobre higiene y seguridad en la construcción. Destacan las formaciones en trabajos en altura, el uso de equipos de protección, y la difusión de la normativa vigente, con participación de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT), sindicatos y empresas.
En Posadas, el Código de Edificación que regula la actividad constructiva data de 1980, y actualmente se encuentra en proceso de actualización. Claramente, habiendo pasado 45 años, las formas de construir, los materiales y prestaciones cambiaron, también las medidas de seguridad necesarias.
Las consideraciones edilicias y la sustentabilidad constructiva han puesto de relieve la importancia de un cambio que contemple estas cuestiones, y que avance en la modernización y simplificación de trámites, lo que se materializará en una disminución en los tiempos de gestión.
Se incorporaron en el proyecto también aspectos vinculados al diseño sustentable, para propender a la mitigación de los efectos del cambio climático, lo que se suma a la mirada de protección ambiental dada por el municipio a todas las políticas públicas. En el nuevo texto se buscó además eliminar el lenguaje complejo para lograr que sea accesible a toda la comunidad, no sólo a profesionales vinculados a la temática.
Esta nueva normativa se encuentra actualmente en etapa de revisión legislativa, y fue elaborada por un equipo profesional multidisciplinario del Departamento Ejecutivo Municipal compuesto por arquitectos, ingenieros y abogados, busca modernizar normas, digitalizar trámites mediante el uso de códigos QR, incluir criterios de accesibilidad, y fortalecer la fiscalización.
La seguridad en la construcción es una responsabilidad compartida
• Empresas y contratistas deben cumplir las normas y garantizar entornos seguros.
• Trabajadores tienen la obligación de respetar protocolos y usar el equipamiento.
• El Estado debe fiscalizar de manera periódica, transparente y eficaz.
El incumplimiento puede derivar en multas, clausuras preventivas, paralización de la obra, etc. Más allá de lo sancionatorio, el control tiene un fuerte carácter preventivo: Es política pública en defensa de la vida, la salud y la integridad física de las personas.
Higiene y Seguridad en la Construcción de Obras Privadas
Éste es un aspecto clave en la construcción de obras privadas como elementos fundamentales para garantizar la protección de los trabajadores, evitar accidentes y cumplir con la normativa legal, toda vez que implementar estos aspectos ayuda a crear un entorno de trabajo seguro, reducir riesgos y promover una cultura de higiene y seguridad en la edificación particular, lo que también es aplicable a las obras públicas.
A continuación, se presentan los factores decisivos en tal sentido:
1. Marco legal y normativo: Es fundamental cumplir con las leyes y regulaciones específicas sobre condiciones de trabajo, uso de elementos de protección personal (EPP) y prevención de riesgos laborales, como ser la Ley de Contrato de Trabajo, La Ley de Higiene y Seguridad, y toda la reglamentación de la región y el municipio en materia de seguridad laboral.
2. Elaboración de un plan de seguridad: Antes de comenzar la obra, se debe diseñar y adoptar un plan de seguridad y salud, que contemple los riesgos potenciales, las preventivas, procedimientos de emergencia y responsabilidades.
3. Capacitación del personal: El personal debe recibir instrucción constante sobre los procedimientos seguros, el correcto uso de herramientas y equipos, y acciones en caso de emergencia. La capacitación reduce los accidentes y aumenta la conciencia sobre la importancia de la higiene.
4. Uso de equipos de protección personal (EPP): El uso de cascos, guantes, gafas de protección, arnés, calzado de seguridad y otros EPP es obligatorio. Estos deben estar en buen estado y ajustados correctamente. A fin de evitar futuros conflictos, es recomendable que al ser entregados a cada colaborador, se firme la respectiva constancia.
5. Organización y orden en el sitio de trabajo: Mantener el sitio limpio y ordenado ayuda a prevenir accidentes, señalizando claramente las zonas peligrosas, delimitando áreas de trabajo y almacenamiento, y sobretodo manteniendo libres de obstáculos los caminos transitables.
6. Control de riesgos específicos: Identificar riesgos relacionados con caídas, como ser en andamios o techos, también con golpes, lesiones por manipulación de cargas, exposición a productos químicos o radiación, implementando medidas correctivas específicas en tal sentido, como ser barandillas, redes de seguridad, sistemas de bloqueo y señalización.
7. Manejo correcto de maquinaria y herramientas: Las máquinas deben inspeccionarse periódicamente, y su uso debe estar restringido a personal capacitado, siguiendo siempre un protocolo de seguridad para su operación y mantenimiento.
8. Medidas preventivas adicionales: Instalación de sistemas de protección contra incendios, con un plan de evacuación acompañado de una correcta señalización de rutas de evacuación, uso de plataformas y andamios seguros, así como protección contra caídas, como redes o arneses de seguridad.
9. Supervisión y control: Realizar inspecciones frecuentes y auditorías que aseguren el cumplimiento de las medidas de seguridad, ya que la supervisión constante ayuda a identificar y corregir irregularidades rápidamente.
10. Plan de emergencias: Es imprescindible contar con un plan de actuación en casos de accidentes, incendios o emergencias médicas, lo que incluye la disponibilidad de botiquines, comunicación rápida con servicios de emergencia y capacitación en primeros auxilios.
Conclusión
Implementar estos aspectos ayuda a reducir la ocurrencia de accidentes y enfermedades laborales, así como a mejorar el ambiente de trabajo y garantiza que la construcción de obras privadas se realice de forma segura y eficiente. Un plan específico y adaptado a la obra que incluya estos elementos esenciales forma parte de la “cultura de higiene y seguridad” que se debe ir incorporando en nuestra comunidad, debiendo ser prioritaria en todas las etapas del proyecto, lo que redunda en menos siniestralidad del trabajo y reducción de los costos operativos y laborales.






