Después de más de tres siglos de ausencia, el icónico dodo podría caminar nuevamente por los bosques de Mauricio. La empresa de biotecnología Colossal Biosciences lidera el ambicioso proyecto de “desextinción” que busca devolver a la vida al ave no voladora, exterminada en el siglo XVII por la caza humana y la introducción de especies invasoras.
El plan es tan audaz como polémico: reintroducir miles de ejemplares en un plazo de cinco a siete años gracias a los avances en biología sintética y edición genética.
Cómo piensan revivir al dodo
El proyecto combina la edición genética CRISPR con el uso de especies vivas emparentadas con el dodo. El proceso se basa en tres etapas clave:
Células germinales de paloma de Nicobar: se trata del pariente más cercano al dodo. Estas células serán inyectadas en gallinas modificadas genéticamente, que funcionarán como portadoras.
Edición del genoma: los científicos editarán el ADN para replicar las características del dodo, desde la forma de su cuerpo hasta su cráneo distintivo.
Diversidad genética: el objetivo no es crear un único ejemplar, sino miles de dodos con suficiente variabilidad genética para prosperar en la naturaleza.
Ben Lamm, CEO de Colossal, asegura que el desafío es “monumental” y lo compara con el hito que significó la clonación de la oveja Dolly.
El debate científico y ético
El entusiasmo del proyecto convive con fuertes cuestionamientos. Beth Shapiro, directora científica de Colossal, reconoce que el proceso será “lento y deliberado” y que aún no se conocen todas las consecuencias de devolver a un ave de gran tamaño a su ecosistema.

El biólogo Leonardo Campagna advierte que es difícil garantizar que los nuevos ejemplares sean “auténticos dodos” y alerta sobre la complejidad de replicar no solo su genoma, sino también sus interacciones con el entorno.
Otros expertos, como Rich Grenyer de la Universidad de Oxford, consideran que la desextinción puede ser una “distracción peligrosa” que desvía recursos de los problemas ambientales actuales, como la pérdida de hábitats que causó la extinción original.
Financiamiento y futuro del proyecto
La compañía cuenta con un respaldo millonario: una reciente ronda de inversión por 120 millones de dólares elevó su valoración a más de 10.200 millones. Entre los inversores se encuentran figuras como Tom Brady, Paris Hilton, Tiger Woods y Peter Jackson.
Colossal también trabaja junto a organizaciones de conservación en Mauricio para preparar hábitats seguros donde los nuevos dodos puedan vivir sin las amenazas que los llevaron a la extinción.
¿Un futuro con dodos otra vez?
Mientras la comunidad científica debate, Colossal avanza convencida de que el regreso del dodo marcará un antes y un después en la biología y la conservación. Para algunos será un renacimiento de una especie perdida; para otros, un experimento arriesgado que puede abrir más preguntas que respuestas.
Lo cierto es que, si los plazos se cumplen, en menos de una década podríamos volver a ver al dodo en los bosques de Mauricio, transformando un símbolo de extinción en emblema de resurrección científica.






