Elegir el nombre de un bebé no es solo una decisión estética o familiar. Para la numerología, cada letra encierra un valor numérico que puede marcar la personalidad y el destino de quien lo lleva. Aunque no tiene base científica, esta práctica milenaria sigue atrayendo a padres que buscan un significado especial para sus hijos.
El origen de la numerología y los nombres
La relación entre letras y números tiene raíces en culturas antiguas como la griega, la caldea, la árabe y la judía. En todas ellas, se usaban sistemas de equivalencia para interpretar mensajes ocultos. Más adelante, la tradición oriental también incorporó la idea de que los sonidos y cifras podían aportar energía única a los nombres.

Uno de los referentes históricos fue Pitágoras, quien estableció un método para asignar valores del 1 al 9 a cada letra. Luego, al sumar esas cifras, se llega a un número reducido que simboliza rasgos de carácter, salvo en los casos especiales de los llamados “números maestros” (11 y 22).
Cómo calcular la numerología del nombre
Escribí el nombre completo del bebé.
Asigná un valor a cada letra (del 1 al 9).
Sumá los números obtenidos.
Si el resultado es de dos cifras, volvé a sumar hasta obtener un solo dígito, salvo que sea 11 o 22.
Ese número final se interpreta como la “vibración” principal del nombre, capaz de reflejar virtudes, desafíos y energía vital.
La importancia de la fecha de nacimiento
Además del nombre, la numerología analiza la fecha de nacimiento. Sumando cada dígito de la fecha (día, mes y año), se obtiene otro número clave que, según esta práctica, señala la misión de vida del niño. La combinación entre el número del nombre y el de nacimiento busca ofrecer una visión más completa de la personalidad futura.
Lo que representa elegir un nombre con numerología
Para muchas familias, este método no es un dogma sino una herramienta simbólica. Permite reflexionar sobre lo que desean transmitirle a su hijo y sobre las cualidades que les gustaría potenciar. En este sentido, la numerología funciona como una guía para elegir un nombre con significado profundo, más allá de la moda o la tradición.






