En una noche marcada por la alegría, la emoción y la historia, la 45ª edición de la Fiesta Nacional del Inmigrante, en Oberá, coronó a su soberana 2025. El cetro recayó en la representante de la colectividad ucraniana, Melina Hanelis Zapaya, quien sucedió en el trono a Ruth Bys, de la colectividad nórdica.
La primera princesa fue la representante de la colectividad suiza, Yamila Belén Burger, mientras que la segunda princesa fue la soberana de la colectividad checa, Victoria Josefina Giménez.
La elección de Miss Amistad recayó en Ivana Fernández Dos Santo, de la colectividad brasileña, mientras que el premio al mejor traje típico nacional fue otorgado a Candela Duprat, de la colectividad francesa.
Tras la emoción, los besos, abrazos, lágrimas, regalos y cientos de felicitaciones, Melina Zapaya, flamante reina de la Fiesta Nacional del Inmigrante, dialogó vía Zoom con FM 89.3 Santa María de las Misiones.
“Estoy disfrutando a pleno toda esta experiencia, muy feliz realmente. Soy de Campo Grande y fue increíble el apoyo que me dieron, los mensajitos de todos los conocidos del pueblo que estuvieron apoyando antes y después de la elección; así que sumamente agradecida con ellos”, relató.

La soberana explicó que tiene 27 años, es profesora de inglés y trabaja en Campo Grande, aunque actualmente está de licencia para poder dedicarse de lleno a la Fiesta del Inmigrante y a su representación.
Al ser consultada sobre su experiencia dentro de la colectividad ucraniana, señaló que hoy la siente “como una familia” y destacó el afecto, el cariño y el apoyo que recibió en tiempos de intensa actividad, donde nunca le faltó la compañía de su colectividad. Aseguró que ese acompañamiento fue clave para vivir la fiesta.
Respecto a su nuevo rol, expresó que se siente extremadamente orgullosa de ser la representante de la Fiesta Nacional del Inmigrante y que asume la enorme responsabilidad con entusiasmo, considerándola “tremenda y hermosa” a la vez.
Sobre su ascendencia, recordó que proviene de su rama paterna: sus tatarabuelos llegaron desde Ucrania a la Argentina. Su tatarabuelo, José Zapaya, se asentó en Azara junto a sus padres y familia, donde recibieron tierras del Gobierno de la época y lograron subsistir con la agricultura.
En cuanto a la transmisión de las tradiciones, explicó que en su familia se mantienen sobre todo a través de la gastronomía. Recordó que de chica pasaba tiempo en la cocina con su abuelo, quien había tenido una churrasquería, y que en la mesa familiar nunca faltaban los tradicionales vareniki ucranianos. Añadió que otra receta fundamental es la sopa borsch, que en su familia tiene un fuerte valor simbólico porque cada vez que su abuelo la prepara, todos se reúnen a compartirla.
Respecto a su agenda como reina del inmigrante en el período 2025-2026, adelantó que ya recibió invitaciones para participar en distintas fiestas de Argentina. Se mostró feliz y comprometida a estar presente en cada actividad para representar de la mejor manera a la Fiesta Nacional del Inmigrante y reconoció que su vida tendrá un gran cambio, aunque consideró que será para bien, porque la fiesta transmite felicidad y alegría, y afirmó que está contenta con todo lo que se viene.
Finalmente, destacó que desde que asumió como reina ucraniana se propuso representar sus raíces de la mejor manera y desde el amor, sin fingir, transmitiendo la pasión que siente por su colectividad y confiando en que ese sentimiento también contagia a los demás.












