La Sección K9 del Grupo de Operaciones Especiales (GOE) de la Policía de Misiones busca fortalecer la lucha por mantener la seguridad y el rescate, gracias al entrenamiento especializado de perros como Vaina y Cartucho. Estos canes aún están en formación y en poco tiempo podrán realizar su primera intervención en un operativo real. Además, próximamente viajarán a cursos de especialización a Corrientes y Brasil, donde Cartucho correrá en una maratón junto con los oficiales.
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN el suboficial ayudante del GOE, Gustavo De Mello, explicó que “es un trabajo diario, todos los días estamos acompañándolos, haciendo entrenamientos relacionados a las especialidades que ellos son utilizados para el trabajo policial”.
Estos ejemplares cumplen distintas funciones: Cartucho es un can de intervención, que trabaja con el grupo de asalto táctico en allanamientos; mientras que Vaina se especializa en la búsqueda de personas vivas. El entrenamiento inicia con obediencia básica y, a aproximadamente un año y medio, los perros alcanzan la madurez suficiente para comenzar sus funciones, con una jubilación prevista a los ocho años. “Ya se lo puede pasar como a un descanso a los ejemplares”, explicó Gustavo.

En cuanto a su llegada y selección, Cartucho fue donado a la jefatura local y Vaina llegó de la Policía Militar de Brasil. Estas razas fueron elegidas por estudios mundiales que demostraron que son las más inteligentes y eficientes para estas tareas: “Son la raza que más eficiencia van a realizar, la más inteligente para trabajar para estas funciones”, indicó el suboficial.
La capacitación del personal también es fundamental. Los operadores deben realizar cursos en diferentes provincias y países, y en la unidad local se dictó un curso de operador K9 para nivelar criterios. “En el último curso, siete operadores del grupo de operaciones especiales realizaron la capacitación y pudieron sumarse a la sección”, señaló De Mello, reflejando el interés creciente en la especialidad.
Respecto a planes futuros, se busca incorporar más ejemplares para asegurar la disponibilidad constante de perros preparados, tanto para búsqueda como para intervención. Existen además otras especialidades que podrían sumarse, como la búsqueda de estupefacientes, restos humanos, explosivos, y terapias asistidas —incluidos perros lazarillos y odorología forense— ampliando así la capacidad del GOE.
El entrenamiento
La rutina diaria de estos canes está altamente organizada: tienen chalecos o pretendales que señalan cuándo deben trabajar, utilizan correas de diferentes largos según la tarea y cuentan con un equipo completo que incluye bozales, cepillos, y material para la manipulación higiénica de pruebas. “Realizamos mucha actividad física, también salimos a correr con ellos, y les damos tiempo libre para que jueguen y descansen”, comentó Gustavo De Mello.

El suboficial destacó la capacidad sensorial superior de los perros: “Está demostrado que ellos tienen los sentidos más desarrollados que los nuestros y para nuestra función son espectaculares”, razón por la cual se apuesta a fortalecer su formación y especialización en la provincia.
Para mostrar el resultado de su trabajo y entrenamiento, Vaina y Cartucho realizaron una demostración práctica: Cartucho recibió la orden del oficial a cargo para ingresar en un allanamiento simulado y logró inmovilizar al sospechoso sin ocasionar daño letal; mientras que Vaina efectuó una búsqueda basándose en el olor de una prenda, localizando a una persona escondida. Estas pruebas ilustran el alto grado de preparación y la utilidad en campo de estos ejemplares entrenados.








