Cumplir años como medio de comunicación siempre fue motivo de reflexión: un momento para mirar hacia atrás, reconocer logros y, sobre todo, pensar en lo que viene.
En plena era digital, donde las redes sociales dominan el flujo de información, los medios enfrentan su mayor desafío: mantener credibilidad en un entorno saturado de datos falsos y contenidos manipulados.
La velocidad con la que circulan noticias facilita que la desinformación se propague sin filtros ni contexto.
Ante este panorama, el periodismo profesional cobra relevancia vital: no solo informa, sino que verifica, contextualiza y permite comprender los hechos. En tiempos en que la opinión pública puede moldearse con titulares engañosos o imágenes fuera de contexto, los medios actúan como contrapeso, defendiendo la verdad y la vida democrática.
En la Argentina de hoy -atravesada por un clima social crispado, una crisis económica profunda y un poder que confronta abiertamente con la prensa- el ejercicio periodístico se convierte en un acto de resistencia.
Desde 2023, la relación del Gobierno con buena parte de los medios se caracteriza por el ataque sistemático: todo medio crítico es acusado de “ensobrado”; todo periodista que pregunta, de “militante”. No se responde con argumentos, sino con agravios. Ese modelo busca disciplinar, dañando no solo al periodismo sino también al derecho ciudadano a informarse.
A la hostilidad política se suma una tormenta económica: caída de pauta privada, recorte de inversión estatal, inflación y devaluación que golpean especialmente a los medios medianos y pequeños. Sostener una redacción, imprimir un ejemplar o mantener un sitio activo es hoy una hazaña cotidiana.
Cumplir años en este contexto implica convicción y resiliencia. No estamos por nostalgia ni capricho, sino porque creemos que el periodismo es esencial: la democracia no puede funcionar sin información libre, y el poder -del signo que sea- necesita ser observado y cuestionado.
Un medio no es propaganda: es contexto, contraste y voces silenciadas que no entran en cadenas nacionales ni en hilos virales.
Este aniversario no es solo una celebración: es una reafirmación de principios. Seguimos de pie gracias a lectores, oyentes y ciudadanos que valoran lo que hacemos y saben que sin medios independientes no hay ciudadanía plena. Publicar en tiempos de furia es un acto de valentía… pero también de esperanza.





