La lechuga es uno de los vegetales más consumidos en la dieta diaria por su versatilidad y su aporte de nutrientes esenciales como vitamina A, calcio, hierro y ácido fólico. Sin embargo, además de sus beneficios, requiere cuidados especiales en la conservación, ya que un mal almacenamiento puede favorecer la presencia de bacterias peligrosas para la salud.
Un estudio de la University of Illinois College of Agricultural, Consumer and Environmental Sciences señaló que la mejor manera de conservar la lechuga es guardarla en la heladera a 4°C. Según los investigadores, el frío ayuda a reducir la proliferación de Escherichia coli (E. coli), mientras que dejarla a temperatura ambiente incrementa de manera considerable las probabilidades de contaminación.
Riesgo de bacterias y síntomas
La E. coli puede encontrarse en agua o alimentos contaminados, especialmente en vegetales crudos. La Mayo Clinic detalla que los síntomas de una infección incluyen diarrea, calambres estomacales, náuseas y vómitos. Esto ocurre porque la bacteria libera una toxina que daña el revestimiento del intestino delgado, y la infección puede desencadenarse incluso con pequeñas cantidades ingeridas.

Medidas de prevención
Aunque no existe una vacuna o remedio específico contra esta bacteria, el informe El destino de la E. Coli recomienda una serie de medidas preventivas para reducir el riesgo:
Lavarse las manos con frecuencia.
Evitar alimentos considerados riesgosos.
No tragar agua en piletas.
Consumir agua segura.
Separar los alimentos crudos de los cocidos.
Limpiar los utensilios después de usarlos con productos sin cocción.
Una dieta más completa
Los especialistas también remarcan la importancia de incluir otros vegetales de hojas verdes como espinaca y acelga para enriquecer la dieta y sumar variedad de nutrientes. Además, aconsejan revisar siempre la fecha de vencimiento de los productos y descartar aquellos que presenten mal aspecto.
Conservar la lechuga en condiciones adecuadas no solo garantiza su frescura por más tiempo, sino que también evita riesgos sanitarios y contribuye a una alimentación más segura y equilibrada.






