Una tendencia viral en TikTok conocida como la “Dieta de las Princesas Disney” encendió las alarmas entre profesionales de la salud y padres, debido a su alto grado de peligrosidad y su fuerte impacto en niñas y adolescentes. Así lo explicó la nutricionista Florencia Córdoba, en su columna habitual en FM 89.3 Santa María de las Misiones, donde remarcó que estas prácticas “promueven la cultura de la delgadez en una etapa clave del desarrollo físico y emocional”.
La tendencia consiste en asignar un régimen alimentario extremo a cada día de la semana, basado en supuestos “hábitos” de princesas animadas: consumir solo agua como Ariel, comer dos manzanas como Blancanieves o ingerir solo 600 calorías como Cenicienta.
“Es muy peligroso porque apunta a infancias que están en plena construcción de identidad, muy influenciadas por lo que consumen en redes sociales”, advirtió Córdoba.
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Riesgos graves para la salud física y mental
La especialista explicó que este tipo de dietas puede generar efectos adversos tanto a corto como a largo plazo: desde problemas gastrointestinales, caída del cabello y déficit de atención, hasta alteraciones hormonales, retraso en el crecimiento y disfunción neurológica.
“Si yo no le doy combustible al cuerpo, los órganos empiezan a dejar de funcionar de a poquito”, graficó Córdoba.
Además, señaló que el mensaje implícito en estas dietas genera una imagen corporal distorsionada en los más chicos y puede desencadenar trastornos de la conducta alimentaria, como la obsesión por adelgazar a edades cada vez más tempranas.
Redes sociales y algoritmos que esquivan los filtros parentales
Otro aspecto preocupante de esta tendencia es que logra evadir los filtros parentales en aplicaciones como TikTok, ya que el contenido está asociado a personajes infantiles como las princesas de Disney. El algoritmo interpreta esto como material inofensivo, cuando en realidad oculta peligrosos mensajes disfrazados de entretenimiento.
“El contenido llega igual, porque se mueve bajo el nombre de Disney. No se filtra como un contenido dañino, aunque lo sea”, explicó Córdoba.
La clave está en la prevención y el diálogo en casa
Consultada sobre cómo actuar ante una niña o adolescente que expresa preocupación por su cuerpo o su peso, Córdoba fue clara: “Todo empieza en casa, con el ejemplo y el diálogo familiar. Si un niño de 9 años dice que se siente gordo, hay que escuchar y acompañar”.
La licenciada recomendó evitar cualquier discurso que valore o degrade el cuerpo por su tamaño y nunca poner a los niños a dieta sin una indicación médica específica.
“Los niños están en crecimiento y necesitan más nutrientes que los adultos. No deben hacer dietas, salvo en casos como celiaquía, donde la alimentación es parte del tratamiento”, sostuvo.
El enfoque debe estar puesto en mejorar los hábitos alimentarios de toda la familia, como reemplazar bebidas azucaradas por agua o sumar más frutas y verduras, sin caer en restricciones dañinas ni en el culto al cuerpo perfecto.




