A pesar de las aparentes injusticias que crees haber sufrido en tu vida, no caigas en la desesperanza. Algunos llegan al punto de ya no creer en la existencia de su propio poder, sin darse cuenta de que precisamente eso es la verdad más grande que existe.
Ese desequilibrio que percibes y que te hace dudar de tus creencias te impide ver que las cosas que están sucediendo en tu vida tienen una causa. Y esa causa la has creado tú.
Lo más irónico es que dejas de creer en algo superior justo en el momento en que se planta delante de ti y lo hace para que esas causas que has generado se equilibren y dejen de hacerte daño. Debes descubrir este entramado, porque no te conviene volverte ateo en el preciso momento en que tienes a Dios delante. Para verlo, debes dejar de culparte y de culpar a los demás sin ver el equilibrio en cada acto de tu vida.
Un ser humano en estado de ascensión ya no mide el bien o el mal que le hacen. Simplemente vive. Cuando logras vivir sin medir y sin juzgar, las cosas simplemente suceden. Evitas crear causas que indefectiblemente provocarán la necesidad de restablecer el equilibrio.
Cada causa se equilibra con la anterior, y con ella sus efectos. Así, desde tu punto de vista, puede existir desequilibrio, pero desde el punto de vista universal, todo está equilibrado. En definitiva, tu verdad nunca te hará libre.
El desequilibrio nunca libera, y el ponerle etiquetas a las personas tampoco.
Lo que te hace libre es permanecer inmutable, siempre en el mismo lugar, sin pensamientos y sin juicios.
No califiques lo que estás viviendo; simplemente vive. Cuando se te presente un aparente desequilibrio, no hay problema. Tienes una mente que te permite volver a crear la situación.
Permite que el Universo establezca el equilibrio y ganarás la libertad absoluta. Permíteselo sin juzgar, sin victimizarte y sin moverte del lugar donde estás. Deja que todo suceda, sabiendo que tienes el poder universal en tu mente y que con él puedes volver a comenzar a cada momento del ahora.
Que los demás hagan lo que quieran; tu vida se está equilibrando, independientemente de que la de ellos se desequilibre. No te preocupes por los otros.
Cada vez que veas un desequilibrio, piensa que en realidad se está equilibrando una causa que has generado. Mediante el poder de tu palabra puedes atraer todo lo que deseas a tu vida.
Rosanna Biglia
Sistema QMM
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