“Es un impuesto distorsivo, anacrónico y perjudicial, ha hecho que nuestro país desaproveche inmejorables oportunidades para la inversión y el desarrollo federal. Ha generado un inevitable retraso social, tecnológico y productivo, a pesar de los esfuerzos aislados de los productores y otros eslabones de la cadena por sostener la producción y el arraigo rural”.
Bajo esos duros términos, la Comisión de Enlace de Entidades Agropecuarias rechazó la suba de retenciones dispuestas por el Gobierno nacional y aseguró que “no hay más margen para medidas de corto plazo”. CONINAGRO, CRA, Federación Agraria y la Sociedad Rural señalaron que “el campo requiere reglas claras, previsibilidad y una Argentina sin retenciones”.
El tono que esta vez aplican las cuatro entidades que conforman la Mesa de Enlace, casi siempre amigable en lo que LLA lleva de gobierno, habla esta vez de tensión y límites temporales.
Ya no alcanza con moderar la inflación. La sociedad en general y cada rubro en particular precisan que se acorte la distancia entre el “éxito” que publicita el Gobierno y lo que sucede en el terreno.





