A modo de ejemplo de los dos únicos patrones que tuvo en la vida, “que dejaron algo para la ciudad”, Carlos “Carlitos” Garay (63), reconocido referente gastronómico de Oberá, actualmente a cargo del Club Social, quiso tener el mismo gesto y entregó la receta tradicional de locro que elabora y resguarda desde hace más de veinte años. En su última sesión, el Concejo Deliberante de Oberá aprobó por unanimidad un proyecto de Declaración de Beneplácito de esa receta.
El proyecto destaca el valor cultural, afectivo e identitario de esta receta, que fue parte esencial de las celebraciones patrias en la Capital del Monte y que llegó a convocar en distintas ocasiones a cientos de vecinos, superando las 600 porciones servidas. “La receta en sí fue creciendo allá por los años 70. El Club Social tiene muchas historias y dentro de esas historias está el locro. Es el locro tradicional que se hacía en todas las fiestas patrias. “La fui adaptando lo que me fueron enseñando con lo que los clientes me fueron sugiriendo, hasta que tuvo una aceptación. La receta se fue innovando y este locro fue cambiando, como nosotros vamos cambiando también, el locro evoluciona”, expresó Carlos Garay al momento de explicar el valor del plato para la comunidad.
En su relato, también compartió cómo surgió la idea de formalizar la donación: “Y bueno, así nació también esta idea, pensando en qué hago para dejar para Oberá, a quién doy, a dónde voy, y pensé en el Concejo Deliberante. Me encuentro con la concejal Mara Frontini, le consulté sobre esta idea y así nació esta entrega de la receta que atesoro desde hace al menos 20 años atrás”.
Durante la sesión, la edil Frontini, impulsora del proyecto, expresó el agradecimiento “a todos mis pares por el acompañamiento en este proyecto de beneplácito por la entrega de esta receta” del vecino que lleva 52 años en el rubro gastronómico y más de 30 como cocinero.
Al finalizar la sesión fue entregada formalmente a la Junta de Estudios Históricos de Oberá, con el objetivo de integrarse al acervo cultural de la ciudad y quedar disponible para todos los obereños y futuras generaciones, como una verdadera “receta con historia”.
“Se hicieron 200 porciones, se hicieron 400, se hicieron 600, y el próximo 9 de julio haremos 500 porciones y sé que voy a quedar corto”, anticipó “Carlitos”, quien continúa manteniendo viva esta tradición con entusiasmo y compromiso.
La declaración del Concejo Deliberante reconoce no solo la trayectoria gastronómica de Carlos Garay, sino también su gesto desinteresado de legar esta receta como parte del patrimonio cultural de Oberá.
Aseguró que tuvo dos patrones “que dejaron algo: Armando Combi, con el lomo al Strogonoff y Toribio Sanabria, con sus pastas caseras, y pensando que ya estoy grande y que Oberá pronto cumplirá cien años, también quise dejar algo”, una receta que no tiene secretos, que solo requiere de mucho tiempo y paciencia, pero “a la que le pongo mucha pasión, mucho amor, pensando en quienes la van a comer, en las personas, las familias, por lo que tiene que salir rico, sabroso”.






