
Con la presencia de un intérprete que asistió al acusado y a varios testigos, además de representante de la Dirección de Asuntos Guaraníes, comenzó ayer el debate para juzgar por femicidio al cacique de la aldea Tarumá Poty de San Vicente. Marcelo Núñez (39) quien se declaró inocente y acusó a una médica de ser quien le ordenó quemar el cuerpo de la víctima.
Alrededor de las 9 comenzó la audiencia en el Tribunal Penal de Oberá, para debatir lo sucedido con la muerte de María Solange Diniz Rabela (24), conocida el domingo 12 de abril del 2020.
Ante los magistrados Francisco Clavelino Aguirre. Horacio Gabriel Paniagua y Amado Dante Carvallo (subrogante), habló el acusado quien manifestó: “No sé por qué estoy acá, soy inocente”.
El punto más destacado de la jornada fue la declaración de la médica Adriana Ferreyra Díaz. Contó que ese Domingo de Pascua estaba en su casa cuando Núñez la llamó por teléfono para avisarle que falleció su pareja. “Le dije que llamara a la policía directamente”. Como no le hizo caso, Núñez se comunicó con otro empleado del área de salud de la zona y recibió la misma respuesta. El imputado insistió que fueran y usó como argumento que había niños con fiebre.
La profesional de la salud contó que fueron primero a la comisaría para después acercarse a la comunidad. “Nunca fui a ver el cuerpo puesto que me dediqué a los niños respecto a cuadros febriles. Le recomendé que la tapara pero que avisara a la policía que murió su señora”.
“Él me habló que ella había estado con vómitos, dolor de cabeza y síntomas de COVID. De entrada me negué a revisar el cuerpo y nunca le dije que lo cremara. Núñez me pidió que lo ayudara a llevarla hasta Fracrán”, indicó.
Aclaró que el hombre le dijo que ella había muerto a las 6 y ellos llegaron a las 15 a Tarumá Poty.
Otro testigo, Ricardo Fabián Zabal, chofer de Salud Pública, también refirió una comunicación de Núñez para que fueran a la aldea por la muerte de su esposa, pero aclaró que le dijo que tenía que avisar a la policía porque Diniz Rabela no era mbya.
Este hombre también dijo que se negaron a revisar el cuerpo.
Ver esta publicación en Instagram
Posteriormente testificó Pablo Alejandro Sayas, cacique de otra comunidad y también agente sanitario. Dijo que “si bien es difícil de entender, la cosa no es así como se la presenta. Ella estuvo con nosotros días antes y nos contó que tenía un tumor”.
“La doctora (por Ferreyra Díaz), sabe bien. Marcelo es inocente, cometió el error de no saber qué hacer, cómo reaccionar”, enfatizó. “Era responsabilidad de la doctora porque tenía que haberlo apoyado. Ella falleció, no fue asesinada”, agregó.
A la consulta del fiscal David Ezequiel Augusto Milicich, afirmó que “la doctora mandó a quemar el cuerpo” de Diniz Rabela. Luego aclaró que ancestralmente los incineraban “para que no quedara el asombrado” (espíritu). “Hoy sólo se quema si la enfermedad es contagiosa”.

“No quemamos cuerpos”
Acto seguido, tomó la palabra el intérprete de la comunidad quien sostuvo: “Los mbya no quemamos los cuerpos”. Esta acusación de parte del testigo hacia la doctora, motivó que solicitaran un careo.
Frente a frente, Sayas y la doctora Ferreyra se mantuvieron firmes en sus posturas. La profesional negó abiertamente haber aconsejado que quemaran el cuerpo mientras que el cacique afirmaba lo contrario.
Antes de iniciarse la confrontación de relatos, Ferreyra explicó que había atendido a María Solange por unos hongos en la piel, pero no le observaron lesiones o signos de violencia.
Antes del cierre de la primera audiencia, Marcelo Núñez pidió ampliar declaración. “Dijo que su señora tenía muchos problemas de salud. Que la doctora decía que no tenía tiempo para atenderla y que no le cedía los medicamentos”.
Dijo que se llevaba muy bien con ella “no la maté y no la quemé. La doctora mintió. Llegaron tres días después con la ambulancia. Hacé lo que yo te digo que yo me hago cargo”, me dijo. “Enterrá o hace lo necesario lo más rápido lo que convenga”, agregó.
Por último, dijo que quien quemó el cuerpo fue “Casimiro Dos Santos, porque la doctora lo autorizó”.
El primer testigo fue Leonardo Benítez, padrastro de la víctima, quien sostuvo que Núñez la maltrataba y ejercía violencia contra ella con frecuencia.









