Con la confirmación de parte de la Cámara de Apelaciones acerca de lo actuado por el juez de la causa, ya no quedarían más recursos de parte de la defensa del acusado por el asesinato de Rosendo Emanuel Portillo (20).
Tiempo atrás, el defensor solicitó un pedido de excarcelación extraordinaria para el joven de 21 años, sindicado como el autor del “crimen de odio”. La Cámara rechazó la apelación, tal como ya lo había hecho a fines del 2023 en un primer pedido de libertad supeditado a la causa solicitada para el imputado.
En septiembre del 2024 el Juzgado de Instrucción 4 a cargo del magistrado Miguel Ángel Faria aguardaba el resultado de una pericia psicológica para remitir el expediente a la fiscalía para requerimiento de elevación del expediente.
La última apelación demoró nuevamente los plazos, que ya se habían aletargado por un cambio de defensa y hasta un pedido de apartamiento de la fiscal que fue rechazado.
El cuerpo de Emanuel Portillo fue hallado el 30 de diciembre de 2022 en un tacuaral ubicado a un kilómetro del casco urbano de la localidad de Azara.
La policía y su familia lo buscaban desde hacía 24 horas y fue la propia madre la que lo halló en la zona conocida por los lugareños como “Arroyo corazón”.
Lo primero que se veía eran prendas ensangrentadas semienterradas y metros más adelante el cuerpo del joven en una zanja con agua. Había intentado escapar de su agresor pero la profundidad y cantidad de heridas le provocaron un shock hipovolémico.
La autopsia confirmó que tenía 34 lesiones de arma blanca y varias de ellas en las manos, señal que había intentado defenderse de las estocadas de su atacante.
Respecto a los últimos movimientos de la víctima trascendió que había salido con su bicicleta para encontrarse con alguien.
Los investigadores supieron a través de un amigo de Emanuel que se iba encontrar con otro joven de la localidad y ahí comenzó a develarse quien era el principal sospechoso.
Lo demoraron y secuestraron su celular, mientras que otro testimonio clave comenzó a cerrar la hipótesis acerca de la autoría.
Un amigo del sospechoso relató que él le había confesado a través de mensajes de texto que lo había asesinado, puesto que Emanuel había contado que ambos mantenían una relación sentimental y el chisme se esparció en el pueblo.
Con las pruebas obradas en la pesquisa, el juez Faria encuadró penalmente el caso por los delitos de “homicidio con ensañamiento y alevosía y por odio a su orientación sexual”, artículo 80 inciso 2° y 4° del Código Penal para dictarle la prisión preventiva. De ser hallado culpable ante un Tribunal, le cabría la pena de prisión perpetua.









