Se realizó ayer en el Tribunal de esta ciudad fueguina de Rio Grande la segunda jornada del juicio oral donde está acusado Manuel Emiliano Martínez (39), alias “el grasa”, de provocar la muerte del joven misionero Flavio Gabriel Machado (28), en un hecho cometido el pasado 26 de mayo de 2024.
Los jueces escucharon a dos testigos que estuvieron en el lugar en el momento del crimen.
El asesinato de Machado, quien era oriundo de San Vicente y tenía una hija menor, fue en medio de una discusión, según la investigación.
Según se informó, la víctima intentó escapar tras ser herido en el muslo, pero se desangró a pocos metros de la escena de la agresión.
El Tribunal es presidido por el juez Juan José Varela, con las vocalías de Verónica Marchisio y Eduardo López. La fiscal en tanto, es Vanina Cantiani y el abogado defensor del imputado es Lucas Sartori.
En cuanto a las declaraciones, primero lo hizo el testigo Darío Torres, quien estaba esa tarde de domingo con otros tres jóvenes limpiando un predio, quemando tarimas y juntando basura, dijo que “llegó el ahora imputado, lo saludo y entró a la casa donde Machado trabajaba en una mesada, y allí escucharon ruidos, saliendo Machado y atrás Martinez que le tiró una piedra”.
Allí, sorpresivamente se retractó ante el Tribunal. Señaló que “cuando estaba detenido la defensora les dijo que declararán que Martinez llevaba un cuchillo en la mano, pero que él en realidad le pareció que llevaba un celular”.
En ese sentido expresó que “estaba oscuro y que no podía ver”, ante lo cual la fiscal Cantiani lo increpó “¿cómo pudo saber entonces que llevaba un celular?”.
El testigo quedó al borde del falso testimonio.
“Se hacen los boludos”
Luego declaró otro de los presentes en el lugar, el testigo Rivas (medio hermano de la víctima), y declaró por videollamada desde Capital Federal. Señaló que también estaba en el lugar y que el imputado Martinez apareció a toda velocidad en su rodado y bajó a la casa donde estaba Machado y empezaron a pelear. “Ya tenían una bronca previa por un trabajo no satisfactorio. Machado salió rengueando, agarrándose el muslo, de la casa porque lo apuñaló con un cuchillo que era de mi hermano”, dijo, expresando que vio el cuchillo en manos del imputado. “Todos los otros testigos que estaban ahí saben lo que pasó, pero se hacen los boludos. A mí no me dejaron hacer nada, nadie me ayudó a buscarlo”, declaró con bronca.





