El uso del teléfono móvil o de pantallas durante las comidas pasó a convertirse en una práctica habitual en la mesa de los argentinos. Sin embargo, expertos en salud y diversos estudios señalan que esta costumbre puede afectar negativamente tanto la salud física como las relaciones sociales. Desde dificultades digestivas hasta un mayor riesgo de obesidad, el tiempo frente a las pantallas mientras se come tiene consecuencias más profundas de lo que parece.
1. Favorece el aumento de peso
Cuando la atención está puesta en el celular, el cuerpo puede no registrar las señales de saciedad, lo que lleva a consumir más alimentos.
La Unidad de Nutrición y Comportamiento de la Universidad de Bristol explica que “la falta de atención plena a lo que se está haciendo, que en este caso sería comer, hace que no se sea consciente de la cantidad de alimentos que se están tomando”. Esta distracción provoca que aumente tanto el tamaño de las porciones como la frecuencia de ingesta diaria.
Como señaló la nutricionista Juana María González en La Vanguardia: “Al no prestar atención a la comida, obviamos esos avisos, que son más débiles que los del hambre, y es probable que comamos más”.
2. Genera digestiones más pesadas
Cristina Ríos, nutricionista de la Dirección de Redes Integradas de Salud (Diris) de Lima Este del Ministerio de Salud del Perú (Minsa), advirtió que “los alimentos llegan al estómago menos triturados de lo que deberían” debido a la distracción, lo que afecta la digestión y provoca sensación de pesadez.
3. Causa hinchazón abdominal y gases
Comer rápido mientras se está distraído con el celular hace que se trague más aire, lo que produce hinchazón y flatulencias. Un informe de El Comercio explicó que “cuando se traga mucho aire al comer lo habitual es que se padezca de hinchazón abdominal y gases”. El Minsa también confirmó este fenómeno: “lo cual produce una excesiva ingesta de aire que ocurre cuando no masticamos de manera adecuada”.
4. Deteriora las relaciones sociales
El celular no solo interfiere con la alimentación, sino también con la calidad del tiempo compartido.
Investigadores de la Universidad de Columbia Británica concluyeron en un estudio publicado en la Revista de Psicología Social Experimental que “el uso del teléfono durante la comida provocó una disminución modesta pero notable del disfrute de los comensales”. Entre ellos, Cristina Ríos advirtió que “pones en un segundo plano el momento con esas personas y disfrutas menos dicha ocasión”.
5. Aumenta el estrés
El uso del celular durante las comidas impide que este momento sea una pausa mental, pudiendo activar el estrés laboral o emocional al revisar mensajes o redes sociales. Según El Comercio, “no separar los momentos y utilizar el teléfono durante la comida hará que esta sensación aumente y, por lo tanto, también crezca la sensación de estrés”.
Lyfas Life Care añadió que el uso de pantallas durante la comida “provoca fatiga y confusión mental debido a la deficiencia de energía en el cerebro”.
6. Incrementa el riesgo de atragantamiento
La falta de atención mientras se come eleva el riesgo de atragantamiento, incluso en adultos. El Comercio indicó que “la mayoría de los accidentes que ocurren durante acciones de la vida cotidiana es, precisamente, por una falta de atención” y que “al comer, el riesgo de atragantamiento es algo que está ahí”.
7. Afecta el sistema nervioso y el metabolismo
Mirar pantallas durante las comidas altera el equilibrio del sistema nervioso autónomo, disminuyendo la eficiencia digestiva y la absorción de micronutrientes, debido a que la luz azul activa la rama parasimpática en un momento inadecuado. Lyfas Life Care resaltó que “mirar pantallas digitales durante, antes y después de comer mantiene la grelina activa durante más tiempo […] y el cuerpo permanece bajo estrés”. Esto ralentiza el metabolismo, aumenta la tendencia a comer en exceso y reduce el rendimiento energético.
8. Provoca fatiga visual y molestias oculares
El uso prolongado del celular en las comidas también afecta la salud ocular, causando fatiga visual digital, cuyos síntomas incluyen ojos secos, visión borrosa, dolor de cabeza y sensibilidad a la luz.
Lyfas Life Care informó que “la prevalencia general de la fatiga visual digital es de casi el 49 %”, según un metaanálisis sobre el uso de pantallas.
Fuente: Infobae









