
En medio del dolor y la angustia que generó la partida repentina, el ahora Suboficial Mayor Juan Carlos Núñez tuvo su última despedida con honores en la ciudad de Posadas y sus restos partieron a Monte Caseros, Corrientes, donde finalmente descansará en paz.
El efectivo de 44 años, quien cumplía labores en el cuartel de Bomberos Zona Sur, “murió en cumplimiento de lo que sabía hacer, salvando dos vidas”, había asegurado a PRIMERA EDICIÓN, el jefe de Policía, Comisario General Sandro Martínez.
Este martes 11 de febrero, familiares, amigos y compañeros de servicio despidieron con profundo respeto y emoción a Juan Carlos Núñez en una ceremonia que reunió a Bomberos de la Policía de Misiones en distintos actos de homenaje. Recordemos que el bombero perdió la vida durante labores para sofocar un incendio en una zona de campo próxima al barrio El Porvenir II, conocido como Paraje Ojo de Agua.
A primera hora de la mañana, la Jefatura de Policía fue escenario de un sentido homenaje, seguido por un último adiós en el cuartel de bomberos de la División Bomberos Zona Sur, ubicado por Av. Martín Fierro. Una vez allí, los camaradas se formaron y realizaron el último saludo de despedida al cortejo fúnebre, donde también estuvieron presentes familiares.
Si bien Núñez es misionero, sus restos fueron trasladados al cementerio de la ciudad de Monte Caseros, Corrientes, donde su familia (esposa e hija) decidieron que descanse en paz, acompañado por una guardia de honor integrada por jefes, bomberos y efectivos policiales. La caravana avanzó con solemnidad hasta la localidad correntina, donde arribará entre las 15y 16.
El comisario inspector Ramón Antonio Amarilla y encargado de la Dirección contra Incendios, brindó detalles sobre los homenajes y el acompañamiento brindado a la familia y a sus camaradas en este difícil momento. “Por disposición del jefe de policía, en primera instancia se hizo un reconocimiento en la Jefatura. Posteriormente, por decisión del Ejecutivo provincial, se lo ascendió a su oficial mayor. Luego del acto, pasamos por su último destino, que era esta división de bomberos. Indudablemente, el domingo, el día del hecho, él estaba de guardia aquí”, relató Amarilla.
Cabe destacar que ante semejante acto de valentía en cumplimiento de servicio, el gobernador Hugo Passalacqua, a través del Ministerio de Gobierno y la Jefatura de Policía, dispuso el ascenso póstumo del Sargento Ayudante al grado de Suboficial Mayor, la máxima jerarquía.
El último adiós tuvo una gran convocatoria de efectivos, compañeros y miembros de la comunidad. “Me sorprendió la cantidad de gente, de compañeros dándole el último adiós a una persona que dio todo por la institución y, lógicamente, por Bomberos”, expresó Amarilla.
El impacto emocional de la pérdida fue significativo entre sus colegas. “Lógicamente, esto es un hecho que nos duele a todos. Perder un compañero de trabajo, un padre de familia…”, afirmó Amarilla, quien destacó el respaldo institucional recibido. “Quiero resaltar el acompañamiento de la Jefatura. Desde el primer momento, el jefe de policía estuvo a disposición de la familia y de nosotros. Eso nos ayudó mucho a resolver todo lo que tenía que ver con el velatorio y el sepelio del compañero”.
En cuanto al dolor de sus colegas, el comisario inspector reconoció la dificultad de afrontar una pérdida de estas características. “No es un hecho que ocurra muy seguido, entonces, al principio, uno no sabe cómo llevarlo. También contamos con el acompañamiento de los psicólogos y la asesoría, porque todos somos seres humanos y estas cosas nos dejan vulnerables”.
El suceso reavivó la reflexión sobre los riesgos del trabajo de los bomberos. “Siempre los cuidados están, pero ocurrió el hecho por una cuestión que no debía haber pasado. Ese cable no debía estar con energía. Nosotros, cuando vamos a un incendio, procuramos sofocarlo y a veces entramos en lugares donde la visibilidad no es del todo clara. Sabemos los riesgos que corremos”, explicó.
Por otro lado, Amarilla subrayó el compromiso inquebrantable del cuerpo de bomberos. “Los bomberos van a ocurrir a un hecho y lo van a hacer de la misma manera. Se trabaja siempre con la misma intensidad y vocación”.
Finalmente, recordó el esfuerzo inmediato por contener y acompañar a la familia del sargento Núñez. “Ese mismo domingo, después de ocurrido el hecho, el jefe de policía dispuso que se busque a la señora. Inmediatamente, el subdirector y el director a cargo viajaron en nuestro móvil y trajeron a su esposa e hijas. A partir de ahí, la comunicación con los familiares fue permanente para organizar el velatorio”, concluyó Amarilla.













