El dolor de perder a su bebé, Linna de sólo siete meses por un “distrés pulmonar”, llevó a Cristina Verón y su esposo José Matías Benítez, ambos integrantes de la Policía de Misiones, a ayudar con meriendas a los niños más humildes de distintos barrios de Posadas.
Hace ya tres años que lo vienen haciendo, pero, como es sabido, la situación económica del país es crítica y esto no sólo aumentó la cantidad de niños a los que asisten en los barrios como San Onofre, Belén, A-4, Unión y San Isidro, además del merendero que tienen en su casa de Itaembé Guazú, sino que también aumentaron los precios de las mercaderías que necesitan.
“Estamos en el mes del niño y queremos que los chicos tengan un día especial, pero no estamos llegando con las provisiones, necesitamos leche, azúcar, chocolatada, cereales y pensamos que en lugar de juguetes o golosinas si conseguimos que nos ayuden y nos donen libritos para colorear, lápices negros y de colores, cuadernos, elementos para la escuela porque la mayoría no tiene. Nosotros no llegamos con nuestro presupuesto a comprar todo lo que necesitamos para darles una merienda distinta por el mes del niño”, explicó Cristina Verón a PRIMERA EDICIÓN.
Contó también que “aumentó mucho la cantidad de chicos que van a los merenderos, nosotros en cada uno de estos barrios trabajamos con las mamás y vecinas que ya tienen un merendero y nosotros llevamos nuestra parte, hace un tiempo íbamos una vez por semana, generalmente los domingos que podemos llegar a tener libre en el trabajo, y nos organizábamos con las mamás del barrio, llevábamos harina y hacíamos chipas y pan casero para servirles con la chocolatada, pero ahora ya no podemos comprar los elementos, ya casi ni llegamos para la chocolatada y los cereales. En cada lugar asisten entre 80 y 100 niños, aumentó mucho estos últimos tiempos”.
Solidaridad

Por eso, Cristina y José decidieron pedir ayuda “queremos seguir ayudando y aportando nuestro granito de arena en estos barrios, para nosotros es una forma de recordar y honrar a nuestra hija ayudando a otros niños, se está haciendo muy difícil por eso apelamos a la solidaridad de los posadeños y misioneros en general, todo lo nos puedan donar ya sea ropa, calzados, comida para las meriendas, incluso si alguien tiene un pelotero inflable y quiera donar unas horas de su trabajo para hacer felices a estos chicos, sería fantástico, nosotros averiguamos, pero nos sale muy caro alquilarlos. Los chicos nos esperan en cada barrio, ya nos conocen, y no queremos fallarles, realmente necesitamos la ayuda de todos aquellos que puedan colaborar”, explicó.
Cristina y José quieren terminar agosto llevando un día distinto a los chicos de estos barrios. Los corazones generosos que quieran ser parte colaborando con lo que puedan serán bienvenidos, pueden comunicarse al 376-5301096, sólo a través de Whatsapp.





