Con la finalidad de garantizar su preservación y reproducción, y evitar así su extinción, la Legislatura misionera decidió este jueves incorporar a su Sistema de Áreas Naturales Protegidas a la popularmente conocida como yacutinga, declarándola “Monumento Natural Provincial y de Interés Público”.
De esta forma, queda prohibido en todo el territorio provincial la caza, tenencia, transporte, exhibición, oferta o comercialización de ejemplares de la especie cuyo nombre científico es Pipile jacutinga Spix 1825.
Tampoco se podrá hacer nada de ello con pieles, plumas o embalsamamiento procedente de este animal.
La yacutinga o yakú-apetí es un ave de porte medio (hasta un kilo y medio de peso), que habita en Brasil (desde el sur de Bahia hasta Rio Grande do Sul), el sudeste de Paraguay y el extremo Nordeste de Argentina. Antiguamente, habitaba toda la provincia de Misiones y el norte de Corrientes, aunque hoy está mucho más restringida su geografía y su población, lo que justifica su protección. La inundación de áreas de selva por efecto de las represas, la extensión de cultivos y plantaciones forestales y el tráfico de estas aves para usarlas en “riñas de gallos” la han ido acorralando y ha sufrido una reducción del 90% de su distribución.
De esta forma, a nivel global la yacutinga está considerada como “amenazada de extinción”.
Esta ave juega un rol clave para el mantenimiento y dinámica de la Selva Atlántica, por ser dispersora de semillas. Además posee un especial valor biocultural para las comunidades mbya guaraní ya que cuando había disponibilidad, utilizaban su carne para consumo, y sus plumas para adornar sus flechas (para ellos, dichas plumas son consideradas mágicas y vuelven a las flechas más rápidas y certeras, y protegen a los cazadores).
Su vistoso plumaje le aporta también un valor eco-turístico, por ser muy requerida por el turismo de avistaje de aves.
