
Minuto 90 y sólo faltaba el pitazo final de un partido que parecía estar sentenciado. El “goleador” esperaba, agazapado, una oportunidad más. La ansiedad ya estaba a punto de apoderarse de los fanáticos que hicieron fuerza para contener los gritos. Hasta que apareció el “salvador” y, ante la mirada atónita de sus compañeros, levantó la mano como si estuviera solo en el área rival. Esta acción desató toda la euforia contenida de los simpatizantes, quienes festejaron con gritos y cantos la milagrosa “victoria”.
Es una situación que tranquilamente podría haberse vivido en el Complejo Deportivo de esta pequeña ciudad misionera, cancha donde hace de local Mojomi, el club donde juega el intendente de Alba Posse (“goleador” del equipo) Celso Carvalho. Sin embargo, no sucedió en el plano deportivo, sino en su función como jefe comunal.
Cuando todo hacía presumir que Carvalho sería destituido, apareció un “compañero” que lo salvó. El concejal Daniel Ziemann cambió su voto a último momento y decidió abstenerse en la sesión especial que se desarrolló ayer en la Casa de la Mujer de Santa Rita. Sí, no leyó mal porque la Municipalidad de Alba Posse se encuentra en ese paraje a unos siete kilómetros.
Un par de minutos después de las 10 el presidente del cuerpo, Marcelo Zappani, dio inicio a la sesión especial, a la que asistió un importante número de seguidores del jefe comunal. El cuestionado intendente también estuvo presente en el salón, llegó poco antes del inicio y mostró tranquilidad, tal vez como indicio de lo que ocurriría luego.
En primer lugar, Zappani solicitó que se dé lectura del único tema de la convocatoria legislativa. Las acusaciones eran claras por lo cual, un día antes, nada hizo presagiar que el alcalde seguiría en su cargo.
Sin embargo, a la hora de votar a mano alzada, solamente tres ediles acompañaron el dictamen de destitución de Carvalho. Fueron Olivio Machado, Marcelo Zappani y Luis Fredrich. Con ese número no alcanzó para cumplir el objetivo que propuso la Comisión Investigadora.

Y la atención de todos los presentes se fijó en Ziemann quien clavó la mirada en la mesa mientras los simpatizantes oficialistas empezaron a sonreír, aliviados por el resultado.
Segundos después, el presidente del Concejo pidió que “levanten la mano los que se encuentran en contra o se abstienen”. Lo hicieron Ziemann y Daniel Vieira de Carvalho.

El titular del deliberativo miró a Ziemann sin entender la decisión que tomó su colega y, masticando bronca, dio por finalizada la sesión. El resto de los ediles se levantó rápidamente y se retiró del lugar sin querer hacer declaraciones.
A pocos metros del lugar de la votación que puso en jaque su continuidad, aliviado y sonriente, el Intendente cerró el puño como si viera al balón dirigirse al fondo de la red del arco rival.
Su hinchada saltó de alegría, la mayoría corrió a abrazarlo y, de cara al Concejo Deliberante, algunos se animaron a gritar: “En las urnas tienen que ganar, no acá” o “Carvalho no se va”.
“Jugaron sucio, pero eso no se hace, tienen que ganar una elección primero antes de hablar mal de nuestro intendente”, aseguró Ramón, un seguidor de Celso Carvalho mientras lo abrazaba para una foto. “De cualquier cosa ya lo quieren acusar”, se quejó otro joven desde el fondo de la sala.
Cuestión de horas
Luego de la sesión, los tres concejales opositores no comprendieron qué pasó en la votación. Hasta las 18 del día anterior, estaban convencidos que iban a contar con los votos necesarios para destituir al alcalde. Los ediles contaron a PRIMERA EDICIÓN, en una conversación informal al término de la sesión, que “hubo presiones de todo tipo”. Incluso el presidente del cuerpo reconoció que sufrió amenazas.
Los concejales ahora analizan la posibilidad de recurrir a la Justicia penal por las presuntas falsificaciones de firmas y documentos, certificadas por peritos judiciales.
A pocos metros estaba el diputado provincial del Partido Agrario y Social (PAyS), Isaac Lenguaza y, tras el resultado, sentenció: “Esto que pasó hoy (por ayer) es un escándalo. Es muy grave que después de haberse investigado y probado estos hechos, el intendente quede al frente de la Municipalidad de Alba Posse”.
Lenguaza dijo además que “hay que tener en cuenta que acá hubo un hecho penal, un delito. Otras situaciones se pueden discutir pero ésta no porque se probaron los hechos. Estoy seguro que hubo una intromisión de la renovación, presionando a algunos concejales para que dieran vuelta sus votos. En la Comisión Investigadora votaron los cuatro a favor, igual en el Concejo en la última sesión y, ahora cuando tenían que ratificarlo, hay uno que vota en contra cuando los hechos no se modificaron para nada”, concluyó.





