“A que voy yo y lo encuentro”, hasta ahora no hay una teoría que explique la habilidad de mamá para encontrar los objetos perdidos, pero siempre lo hace.
Algunos creen que se trata de una invocación o de un misterioso poder. Lo cierto es que las mamás tienen ese don.
Ellas tienen un SextoSentido que las hace poderosas, siempre se darán cuenta si estás mal aunque no se lo digas. Y créanme, lograrán calmar tus miedos sin importarles el tiempo que les tome hacerlo.

No olvidemos que son expertas en dar respuestas prácticas:
-Mamá, ¿qué hay para comer?
-Comida.
Y tienen amplios conocimientos de multiplicación aplicados a la figura retórica de la ironía:
-Mamá, ¿me comprás esa PlayStation 4?
– Sí, dos te voy a comprar.

Sus palabras tienen fuerza y muchas veces poder de predicción: “cuando tengas hijos, te acordarás de mí”. Es cierto mamá, cuanta razón.
Y sin importar cuántas caídas tengas en la vida para ella sos el/la mejor. Siempre serás su persona favorita en el mundo, eso jamás cambiará.
El filósofo Bhagwan Shree Rajneesh, más conocido como Osho explica que “en el momento en que nace un niño, la madre también nace. Ella nunca existió antes. La mujer existió, pero la madre, nunca. Una madre es algo absolutamente nuevo”. Porque ella deberá aprender a vivir en un mundo con prioridades distintas a las antes conocidas.

¿Y los hijos? Nosotros llegamos sin manual de instrucciones para orientarnos. Es que Dios nos da algo mucho más especial o mejor dicho, alguien: “una madre”.
Mamá nos formará para ser diferentes, para destacarnos. Nos enseñará lo que no sabemos y nos corregirá aquellos errores cometidos. Porque son ellas las que nos levantan con una sonrisa, con un beso, un abrazo. Nos brindan su confianza para que logremos ser los mejores.

Abraham Lincoln, político y abogado estadounidense que ejerció como decimosexto presidente de los Estados Unidos, decía que “todo lo que soy y espero ser, se lo debo a la angelical solicitud de mi madre”. Porque no habrá imposibles para el hijo cuya madre lo alienta a cumplir sus sueños.
En la mayoría de los países el Día de la Madre se realiza en mayo. Pero en Argentina lo hacemos en el tercer domingo de octubre.
En nuestro país se sostiene que antes de la reforma del Concilio Vaticano II, el 11 de octubre se conmemoraba a la Virgen María, actualmente el 1 de enero, en el calendario litúrgico de la Iglesia Católica. Pero para que todos pudieran agasajar a sus madres, se pasó el festejo del Día de la Madre para el domingo anterior o posterior, por ser un día no laboral.

Con el correr de los años esta costumbre cambió y en Argentina se determinó que el Día de la Madre sería el tercer domingo de octubre. Los motivos no están escritos pero sí perdió su sentido religioso.
En Revista SextoSentido festejamos la alegría no de un día, sino de todos los momentos que compartimos junto a ellas, nuestras mamás. Porque un día para celebrar a la madre nunca será suficiente.
Escrita por: Susana Breska Sisterna





