Explicaron que el pago anticipado de los Ingresos Brutos “implica sobrecostos que luego se trasladan a los precios”. Calificaron al impuesto como “distorsivo” y aducen que fomenta las asimetrías.Uno de los principales reclamos contra la política fiscal de la provincia de Misiones apunta a los controles ubicados en las rutas 12 y 14, conocidos como aduanas paralelas, donde los inspectores de la Dirección General de Rentas (DGR) exigen un pago anticipado del impuesto a los Ingresos Brutos, utilizando mecanismos de cálculo muchas veces arbitrarios.
Esta situación produce saldos millonarios a favor de los contribuyentes que muchas veces no recuperan o demoran meses en recuperar, perdiendo valor su dinero justamente por efecto de la devaluación del peso. Es decir, cuando recuperan su dinero, vale menos que al momento de ser retenido por Rentas.
En general, no se puede calcular la rentabilidad que tendrá un contribuyente al vender los productos que ingresa a la provincia, por eso la DGR cobra un adelanto sobre la presunción de lo que podría generar: presunción tributaria.
Estos adelantos producen perjuicios financieros para las empresas y para los contribuyentes individuales, porque deben distraer dinero que en muchos casos queda inmóvil, transformándose en saldos a favor que no son fácil de recuperar luego.
En esta época en la que se proponen medidas de reducción de la carga fiscal con el objetivo de reactivar la activad económica, en la misma sintonía deberían ajustarse todos los adelantos (anticipos, retenciones, percepciones y movimientos bancarios) de presunciones a tasas inferiores, porque si esto no ocurre, los créditos tributarios que tendrán los contribuyentes serán cada vez mayores y difícil de recuperar.
A los anticipos de Ingresos Brutos se suman el Impuesto al Cheque, que se prorrogó hasta 2022 y en cada movimiento bancario descuenta la tasa general del 0,60%. Asimismo, están las retenciones y percepciones de los impuestos nacionales, como por ejemplo ocurre en el IVA y en el Impuesto a las Ganancias.
Por ejemplo, al depositar mil pesos en una cuenta corriente, el Estado se puede quedar con hasta $ 62.
En el momento de cobrar una factura de $ 50.000, por prestaciones de servicios que hace una empresa, puede dejar en el camino cerca de 2.500 pesos, por Ganancias e Ingresos Brutos, y si el importe se deposita, el banco retendrá otra suma similar.
Todos estos adelantos, que luego se tomarán a cuenta de los impuestos definitivos, son exagerados porque al pagar la tasa definitiva, se termina entregando más dinero de lo que vale el impuesto, generando saldos a favor.
En Misiones esos saldos a favor son una constante queja de los comerciantes y empresarios, ya que Rentas maneja los plazos con total discreción. En la Legislatura, las veces que las autoridades de la DGR asistieron a alguna reunión con diputados, nunca brindaron información de los plazos que demoran en reintegrar los saldos a favor ni tampoco el criterio utilizado.
El economista en jefe del Instituto de Estudios Económicos sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL), Gerardo Alonso Schwarz, consideró al respecto que desde el punto de vista económico en general, este tipo de anticipos implica sobrecostos que luego se trasladan a los precios. Por lo tanto, no solamente perjudican al comerciante o empresario, sino principalmente al consumidor, ya que se agregan costos que no deberían haber sido incluidos en el precio, indicó.
Schwarz señaló que estos sobrecostos están constituidos tanto por el monto del anticipo como por el costo financiero de adelantarlo.
Evidentemente, en cualquier economía esto tiene como consecuencia una menor actividad económica por contracción de ventas debido a los mayores precios, pero en nuestra provincia en particular esto implica mayores asimetrías con los países vecinos y, por lo tanto, indirectamente fomentan el consumo fronterizo, sentenció el economista jefe del IERAL, de la Fundación Mediterránea.
Es distorsivo
Por su parte, el contador Federico Villagra cuestionó que el pago a cuenta genera saldos a favor de Ingresos Brutos en los cuales es muy difícil retirar ese dinero en efectivo, es un trámite que demora cerca de seis meses para que te reintegren ese dinero, es muy complicado y muchas veces no lo pueden retirar, queda en manos de Rentas.
También apuntó contra la doble o triple imposición que tiene la mercadería. Por ejemplo, una galletita cuando ingresa a la provincia paga Ingresos Brutos, luego cuando el comerciante la vende al cliente vuelve a tributar Ingresos Brutos, entonces se generan varias imposiciones a un mismo producto.
Entonces, si el porcentaje es 5%, te pueden cobrar el mismo impuesto en tres cadenas de comercialización y por lo tanto termina significando una alícuota de 15%. Por eso se está dejando de usar, ya que resulta muy gravoso, añadió.
Villagra profundizó en que Ingresos Brutos es un impuesto que no existe más en la mayoría de los países del mundo porque se superpone el mismo impuesto en la misma actividad económica. Es distorsivo, no es como el IVA que se cobra en la etapa final.
Para el Estado es positivo porque ayuda a recaudar mucho, pero para el comercio y la actividad económica es regresivo. En Misiones, Ingresos Brutos representa el 81% de lo que recauda Rentas, entonces tiene mucho peso como para reducirlo. Las provincias que lo reduzcan en el marco del pacto fiscal serán compensadas por la Nación, explicó el contador Villagra.
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